El gordo por adelantado

Les prometí que estos días iba a dejar a un lado la política y centrarme en el análisis sociológico de las "entrañables" fiestas navideñas. Pero la actualidad es la actualidad y no me queda más remedio que hacer un paréntesis entre ágapes y villancicos, regalos y belenes, para dedicarle este artículo a mi querido, admirado y nunca bien ponderado, presidente Pepe Griñán. De sopetón, como si le hubiese tocado con una semana de anticipación el gordo del sorteo de Navidad, el Comité Director del PSOE-A ha nombrado por aclamación a su secretario general Pepe Griñán candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía para las elecciones que previsiblemente se celebrarán el próximo mes de marzo. Griñán se ha convertido de la noche a la mañana oficialmente en el candidato socialista por unanimidad absoluta (los periodistas antiguos lo llamábamos votación "a la búlgara") a la Presidencia de la Junta de Andalucía.

Estaba cantado, nada de sorpresas, claro, pero ese unánime apoyo de los "compañeros" es algo sospechoso. ¿Dónde estaban aquellos que hace tan sólo un par de meses te confesaban sin tapujos que "Pepe es la peor apuesta que podemos hacer en Andalucía"? ¿dónde estaban los "críticos" de Almería, Jaén, Málaga o Cádiz? ¿dónde aquellos que reclamaban la urgente vuelta de Chaves o unas primarias? Ni uno solo alzó la voz poniendo sobre el tapete algún "pero" a la nominación, algún matiz, alguna autocrítica. Y mira que alguno estaba sentado cerca del candidato, a escasos centímetros. Vean la foto: Manuel Chaves, Gaspar Zarrías, José Rodríguez de la Borbolla, Susana Díaz, Marcelino Iglesias,...Faltaban en la imagen, entre otros, Luis Pizarro, Antonio Fernández, José Antonio Viera, Martín Soler, Francisco González Cabaña y algunos de los que han sacado los pies del plato griñansco o se encuentran metidos hasta el cuello en escándalos de corrupción. Eso sí Griñán hizo un discurso en pro de la unidad de los socialistas, que le va a hacer mucha falta, prometiendo no un cambio (el PP ya se lo ha pisado) sino "un buen Gobierno" porque, afirma, "la gente quiere cambio, pero decir que el PP lo es, es como ponerse pantalones bombachos para ir a la moda". Ja, que me troncho y me mondo.

De verdad, presidente, ¿nos toma a los andaluces por tontos? ¿como se atreve a decir que su prioridad va a ser la lucha contra el paro si en dos años y medio de gobierno ha logrado el triste récord de casi un millon y medio de andaluces en el desempleo?¿por qué promete ahora "un buen Gobierno"?¿es que reconoce que el que ha tenido hasta estos momentos era un mal Gobierno? No lo entiendo, se lo juro. Aquí estamos de promesas hasta la mismísima coronilla por no decir otras partes pudendas y la que usted acaba de hacer de dar mil millones de euros en préstamos para los empresarios no deja de ser un brindis al sol. Estamos hartos de ver siempre las mismas caras en los telediarios de Canal Sur, de asistir impávidos a sucesos de corrupciones varias como la de los EREs fraudulentos, de comprobar cómo el Ejecutivo se ríe de los otros dos poderes, Legislativo y Judicial, gracias a una mayoría absoluta alcanzada en las urnas que le ha permitido al PSOE hacer lo que le viene en gana durante más de treinta años. Debe de ser consciente de que si la marea azul ha barrido en toda España y puede que lo haga también en Andalucía la próxima primavera, será por algún motivo y no por la moda de los bombachos como usted apunta.

El caso es que los dos grandes partidos del espectro político andaluz, PSOE y PP, ya han nominado oficialmente a sus candidatos José Antonio Griñán y Javier Arenas. El pistoletazo de salida para las elecciones andaluzas acaba de darse. Ahora estamos en un impasse festivo. Cuando pasen las fiestas navideñas, es decir, el próximo 9 de enero comenzará en serio la campaña a cara de perro. Van a ser setenta días de no parar. Esperemos que todos lleguen "limpios" a la meta y que ninguno tenga que hacer un alto en la campaña para acudir a declarar, como testigo o como imputado, al Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, ya saben, ese que lleva una juez, Mercedes Alaya, que según Griñán, está a las órdenes del PP.