Inicio del inicio

La gravedad de la situación en España obliga al gobierno de Mariano Rajoy a tomar las decisiones que todos nos temíamos, que comentábamos en un ambiente pesimista, que es un ambiente realista bien informado. La cuestión radica en que no se trata sólo de recortes para afrontar la reducción del déficit y garantizar el pago de la deuda para seguir con una financiación razonable, el gobierno ha subido los impuestos en contra de lo que había mantenido Mariano Rajoy durante la campaña electoral e, incluso, en el debate de investidura.

 La sorpresa ha sido relativa porque el temor a que esta medida fuera inevitable se había extendido entre la ciudadanía, pero, ahora bien, el gobierno tendrá que explicarlo bien y demostrar que el sacrificio que se exige a la clase media también se extiende a las clases más privilegiadas con la renta del capital y la progresividad del IRPF. Estas medidas son "el inicio del inicio" advirtió la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, escoltada por todo el equipo económico del Ejecutivo en una adjudicación de responsabilidad muy conveniente para prestigiarlo, aunque dado el cambio de política tan sustancial sobre los impuestos no hubiera estado de más que fuera el propio Mariano Rajoy quien compareciera. Después de escuchar todas las explicaciones y de pensar que en marzo sufriríamos otra vuelta de tuerca tras conocer la cifra exacta de déficit, por encima del 8% como ha vaticinado el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, tras calificar la decisión impositiva como un acto de responsabilidad que asume la iniciativa y evita que la impongan otros desde fuera, nos encontramos con el anuncio del ministro de Hacienda y de Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, de que el Consejo de Ministros del próximo jueves adoptará nuevas medidas "para taponar el déficit", sin detallarlas.

Una de las claves para afrontar la crisis estriba en un acuerdo sólido y fiable para limitar el gasto de las Comunidades Autónomas. El ejecutivo de Mariano Rajoy se está jugando su credibilidad al subir los impuestos pero está diciendo la verdad a los ciudadanos sobre la situación real de nuestra economía y tomando decisiones difíciles que afectan a los españoles y tienen un evidente destinatario extra: los mercados internacionales y los socios europeos para evitar una nueva crisis de deuda y, como ha asegurado Montoro "demostrar que en España hay un Ejecutivo con iniciativa y capacidad para tomar decisiones". Los sacrificios son inevitables pero recuperar la confianza para las inversiones, el crédito, el consumo y el empleo también es imprescindible. Además, el pulso de Irán no va a ayudar.