¿El final de la cuenta atrás?

Hoy, a las doce del mediodía, comienza en Sevilla, en un hotel de la isla de la Cartuja, junto al escenario de la Expo 92, el XXXVIII Congreso Federal del PSOE, un Congreso que se nos antoja convulso después de que los dos candidatos a la Secretaría General, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carmen Chacón, hayan puesto boca arriba sus cartas y enseñado pùblicamente cuáles son sus apoyos. Este fin de semana no se dilucida un nuevo rumbo para el partido de Pablo Iglesias, no hay dos concepciones distintas ni dos ideas diferentes sobre el rumbo que tiene que guiar al PSOE en un futuro a corto y medio plazo, se debate simple y llanamente el personalismo del nuevo lider que ha de afrontar la derrota electoral y la debacle de un modelo de sociedad que se ha visto superado por la crisis económica.

Por ello, y pese a que el programa del Congreso hable de comisiones de estudio, salutaciones fraternales, informes de gestión, foros municipales y otras zarandajas, el acto clave va a tener lugar el sábado entre las 12,30 y las 13,30, cuando los delegados depositen su voto en lar urnas y decidan quien va a mandar en el PSOE a partir de ahora. A las dos de la tarde Carmen o Alfredo, Alfredo o Carmen, tanto monta monta tanto, será proclamado como sucesor o sucesora de José Luis Rodríguez Zapatero, y el XXXVIII Congreso habrá acabado en la práctica aunque continúe por la tarde y no se clausure hasta el domingo. No sé como se lo van a pasar los socialistas en este cónclave sevillano, pero les aseguro que somos muchos los periodistas que vamos a disfrutar una hartá todo este fin de semana con los navajazos traperos que van a recorrer los pasillos, los bares y los salones del hotel Renacimiento

Desde aquí abajo, desde el sur del sur, las cosas se ven con cierta óptica de guasa. El todavía presidente de la Junta y secretario general de los socialistas andaluces, que tendrá el honor de presidir el Congreso no se ha decantado públicamente por ningún candidato, pero todos sabemos que apoya a Carmen Chacón y lo sabe mejor que nadie el secretario provincial de Sevilla, José Antonio Viera, que ha visto como la regional le hacía la pirula y forzaba a la mayoría de los delegados sevillanos a cambiar su voto por la candidata de Olula. Su fingida neutralidad no ha engañado a nadie después de que enviara a su mano derecha, la secretaria de Organización, Susana Díaz, una "griñanini" en alza, a acompañar a Chacón en casi todos los actos que ha tenido en Andalucía. No me extraña que Rubalcaba se haya cogido un cabreo de padre y muy señor mío al comprobar que los secretarios de seis de las ocho provincia andaluzas se han decantado por Carma la almerinse presionados por Griñán. Y ya se sabe que el apoyo de Andalucía es clave en este Congreso ya que la Federación socialista andaluza aporta una cuarta parte de los casi mil delegados. Es decir que la "cantada" victoria de Rubalcaba está cada vez más en el aire y es muy posible que le ocurra lo mismo que le pasó en su día a Borrell o a Pepe Bono. Claro está que Griñán se la está jugando con un órdago a chicas (nunca mejor dicho) que puede salirle rana, sobre todo si, como aseguran las encuestas, el próximo 25 de marzo tiene que dajar su cargo en manos de Javier Arenas.

La cuestión, en el fondo, es la de buscarse el futuro, que no están los tiempos como para quedarse en el paro con la de hipotecas que quedan por pagar y el negro futuro que les espera a los niños. Aquí hasta el más tonto hace relojes y se busca las habichuelas lo mejor que puede. Y ya que apenas van quedando sitios en toda España donde hacer carrera política (de momento sólo les queda la Junta de Andalucía, de la que pueden salir dentro de cincuenta días, y la Diputación de Sevilla) bueno es seguir ostentando un cargo orgánico remunerado hasta que lleguen mejores tiempos. En ello van a estar los 987 delegados, los dos candidatos y hasta el presidente del Congreso, Pepe Griñán, para quien posiblemente haya comenzado este fin de semana el final de la cuenta atrás