Las pistas y carreteras del país se siguen tiñendo de sangre. Este domingo 22 personas murieron por la volcadura de un ómnibus en La Oroya. Según aseguradoras, 30 mil personas han muerto en la última década por los accidentes de tránsito en el país.
El último de estos accidentes se produjo la madrugada de hoy, cuando un autobús cayó a un abismo en la sierra central peruana, con un saldo de 21 personas muertas y 39 heridas.
Según la Apeseg, durante 2006 se registraron unos 78.000 accidentes de tránsito, que ocasionaron más de 100.000 heridos y cerca de 3.500 muertos.
Los especialistas indican que el transporte vehicular en las carreteras peruanas se ha visto afectado por los permisos de conducir falsificados, los conductores escasamente calificados y las empresas informales.
También por las flotas defectuosas o camiones habilitados ilegalmente como autobuses, los caminos sinuosos, estrechos y deteriorados, especialmente en las zonas selváticas y alto andinas, y una significativa falta de control de las autoridades.
Todo ello a pesar de que el gobierno implementó en octubre de 2006 el denominado "Plan Tolerancia Cero", que contempla la fiscalización del estado técnico y legal de los autobuses interprovinciales y la vigilancia de la condición del conductor.
La Apeseg señaló hoy que los accidentes afectan a miles de familias y que el costo social y económico de los choques y lesiones alcanza el 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto anual, es decir unos 900 millones de dólares.
Apeseg organizó hoy una misa en memoria de las víctimas de accidentes de tránsito, como parte de la II Feria de Seguridad y Educación Vial, que se realizó en el distrito limeño de Miraflores.
La Apeseg organizó la feria con el objetivo de "sensibilizar a los conductores de transporte, pasajeros, y público en general sobre la necesidad de adoptar los conceptos de seguridad vial, como parte de medidas de auto-protección y para empezar a generar cambios de actitud", precisó Andina.
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