Se equivocó el alcalde...

El alcalde de la localidad almeriense de Huércal-Overa, Domingo Fernández, del Partido Popular, ha retirado el nombre del poeta Rafael Alberti al teatro de esa población de unos 18.000 habitantes. El alcalde argumenta que "el nombre de Rafael Alberti no vende", y el concejal de Cultura, Antonio Lázaro, remata la faena añadiendo que "no todo tiene que llevar nombres de izquierdas"...

    La noticia se comenta sola, y es una prueba de intolerancia y de sectarismo y de ignorancia hacia un español y un andaluz universal, galardonado con el premio "Cervantes", máxima distinción de las letras españolas, en 1983, y a quien el presidente Aznar visitó en su casa del Puerto de Santa María, comentando que se sentía orgulloso de haber podido hablar con uno de los más brillantes poetas que ha dado España, y a cuyos libros había dedicado mucho tiempo desde hacía muchos años.

     El autor de "Marinero en tierra", de "Sobre los ángeles", de "Entre el clavel y la espada", el amigo de Federico García Lorca, de Miguel Hernández, de Luís Cernuda, de Vicente Aleixandre..., ; el exiliado en París, Buenos Aires y Roma, que regresó a España a la llegada de la democracia para sentarse en un escaño de las Cortes, tras asistir a la legalización del Partido Comunista en aquel "Sábado Santo rojo" del que ayer se cumplieron 35 años...; el pintor, el poeta, el dramaturgo, el infatigable conferenciante...no necesita quién lo defienda... Lo que se necesita es que el alcalde de Huércal-Overa, Domingo Fernández, rectifique, y que vuelva a escribir en la fachada del teatro del pueblo, un edificio recubierto de mármol blanco en cuya construcción de invirtieron más de tres millones de euros, el nombre de Rafael Alberti... El Rafael Alberti que nos dejó escrito, como si pensase en el alcalde que lo quiere devolver al exilio, que "se equivocó la paloma, se equivocaba: por ir al Norte fue al Sur; creyó que el trigo era agua. Se equivocaba".