Segunda de San Isidro y se siguen cumpliendo los pronósticos: segundo petardo

Muy originales no somos, no. Pero es que no nos deja la realidad. La primera en la frente, sí, claro. Y la segunda ídem eadem ídem. Si los bicornes de El Cortijillo fueron descastadísimos y no olé, los de Montalvo, ídem eadem ídem. Con el agravante de su flojera de fuerzas rayando la invalidez. Bueno, el primero no rayaba, quia. El que abrió plaza era un de los toros más inválidos y descoordinados de la historia del toreo. Lo vimos todos los asistentes al insufrible espectáculo.
Bueno, todo menos uno. El que estaba obligado a verlo. El que debe posicionarse en contra del fraude y las tragaderas de los taurinos. El que debe aplicar el reglamento. El ocupante del palco. Un tal Julio Martínez que lo mantuvo en el ruedo, vaya usted a saber porqué, aunque es fácil imagináeselo. Exacto porque un comisario de policía en lugar de defender los intereses de la sacrosanta afición, defendió los de la empresa -ahorrádole un sobrero- y los del ganadero. ¿Porqué? Que cada uno piense lo que quiera. Igual se cumple el refrán de 'piensa mal y acertarás'. Igual.
Tan mala cociencia debía tener el usía que en cuanto el segundo bicorne se cayó, mucho menos que el anterior, tiró de pañuelo verde. Algo que debería haber hecho con todo el encierro de Montalvo e incluso con el sobrero de Yerbabuena. Con lo que se rió de la afición, benefició a la empresa y hundió las opciones de triunfo que traía la terna. Bueno, la terna, no. Sólo dos, David Mora y el toricantano Esaú Fernámdez, que se fue en los dos de su lote a portagayola para demostar su disposición.
Otra cosa es que con su toreo rectilíneo y ventajista no dijera nada frente al sexto, tras no poder pegar ni un pase al inválido, al cadáver semoviente con el que confirmó. Por su parte, Mora anduvo en torero cabal toda la tarde y suyos fueron los únicos momentos de cierto lucimiento con percal y flámula hasta que sus bicornes o semejantes sucedáneos se acabaron.

También hizo el paseíllo Uceda Leal, autor de un estoconazo al segundo de la tarde, en lo único que se le recuerda más allá de su habitual frialdad, conformismo y mandanga, las caracterísitas que han coartado su carrera y le han impedido mostrar su clase salvo excepciones. Lo único bueno de la tarde, como tantas veces, fue la rapidez de Flortio en llevar a los corrales al toro rechazado. Con eso está dicho/escrito todo. Segunda de San Isidro, segundo fiasco. Ánimo, que ya sólo restan 28.
FICHA DEL FESTEJO
Cinco toros de MONTALVO y 2º, sobrero de YERBABUENA en sustitución de uno de la divisa anunciada devuelto a corrales. Desiguales de presentación, descastados, mansos, nobles y muy flojos. UCEDA LEAL: ovación; silencio. DAVID MORA: silencio; silencio, ESAÚ FERNÁNDEZ; silencio; silencio. Plaza de Las Ventas, 11 de mayo. 2ª de Feria. Casi lleno.