www.diariocritico.com
El corazón de la reforma

El corazón de la reforma

Por Gabriel Elorriaga F.
x
elorriagafernandezhotmailcom/18/18/26
martes 12 de junio de 2012, 11:00h
Es difícil comprender que, cuando se concede un amplio margen de crédito a interés moderado para las entidades financieras deficitarias de un país en apuros, el ex vicepresidente Rubalcaba diga que es una mala noticia para España. Es posible que no sea una buena noticia para las expectativas de la oposición que dirige, hasta donde puede, el inquietante Rubalcaba pero no para el proyecto de un Gobierno empeñado en reactivar la economía nacional. No es una mala noticia que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria sea apoyado internacionalmente para recapitalizar los puntos débiles del sector bancario desde donde es posible dar seguridad al ahorro popular e impulsar -según el presidente Obama- "reformas inteligentes". Al Gobierno se le puede achacar no haber hecho un plan de reformas completo desde el principio de su mandato o no haberse explicado mejor, pero la mala noticia para España sería que su Gobierno no pudiese lograr ayuda de sus socios europeos o tuviese que ser intervenido contra su voluntad, como hubiese sucedido si se hubiese prolongado un gobierno inquietante como aquel en que ejercía su poder el ex vicepresidente Rubalcaba.
 
En la crónica apasionada de nuestra historia existe la tendencia a descalificar los ciclos extensos de paz y prosperidad y a calificar de gloriosos ciertos hechos convulsos, como revoluciones y alzamientos que, por sus luces y sombras, merecerían adjetivos más modestos. Lo verdaderamente glorioso, por sus consecuencias positivas, son las reformas avaladas sin estridencia dentro de procesos de estabilidad y concordia. Muestra de ello fue la Transición efectuada "de ley a ley" -según doctrina de Fernández Miranda- desde la Ley para la Reforma Política a la Constitución. A la sensación de normalidad jurídica y económica se debió el crédito de España y su beneficiosa integración europea enlazando tiempos distintos en una evolución controlada.
 
En nuestros días, las circunstancias demandan desarrollar otra etapa de reformas que afectará a importantes áreas de la vida nacional. Desde la organización territorial a las relaciones laborales, la educación, el sistema financiero y la actividad económica. La credibilidad exige una puesta a punto de la maquina del Estado y de una sociedad civil impulsora de crecimiento. No se trata de retocar algún detalle de la Administración Pública sino de un cambio profundo para afrontar un nuevo capítulo que se presiente en Europa y en el mundo y ante el que no es posible permanecer estáticos.
 
Hoy, al hablar de reformas pendientes, el tema no son asuntos de escasa repercusión social, como la reforma del Senado o la desaparición de la preferencia del varón en la sucesión de la Corona. De escasas consecuencias dado que el funcionamiento bicameral de las Cortes Generales es perfeccionable pero su mejora depende de la mayor autenticidad representativa más que de su formato institucional. Igual sucede con la sucesión a la Corona cuando el sucesor esta ya jurado y proclamado como Príncipe de Asturias y sus únicas sucesoras directas son Infantas. Hoy el corazón de las reformas es superar la crisis de credibilidad de España provocada por dos legislaturas de insolvencia e improvisación y un revisionismo de los principios de unidad y reconciliación inspiradores de la era constitucional. Hoy tenemos pendientes reformas económicas y sociales sin revoluciones ni alzamientos, para actualizar nuestras empresas sin alterar el curso de una historia de continuidad y progreso. En el siglo pasado y en algunos populismos supervivientes se consideraba la nacionalización de la banca como un paso progresivo. Hoy nos encontramos con algo bien distinto: la internacionalización del flujo monetario a través de los usos y costumbres de sus mecanismos profesionales, tutelados a distancia por una política seria y constructiva. El sistema bancario es el corazón que mueve la circulación dineraria y, por ello, es el corazón de las reformas económicas. Afortunadamente, España no necesita un trasplante de corazón, solo un marcapasos.

Gabriel Elorriaga F.

Ex diputado y ex senador

Gabriel Elorriaga F. fue diputado y senador español por el Partido Popular. Fue director del gabinete de Manuel Fraga cuando éste era ministro de Información y Turismo. También participó en la fundación del partido Reforma Democrática. También ha escrito varios libros, tales como 'Así habló Don Quijote', 'Sed de Dios', 'Diktapenuria', 'La vocación política', 'Fraga y el eje de la transición' o 'Canalejas o el liberalismo social'.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
1 comentarios