El prestigioso científico,
que actualmente dirige el Instituto Max Planck de Óptica Cuántica en Garching
(Alemania), inició su brillante carrera investigadora en la Facultad de
Ciencias y Tecnologías Químicas del Campus de Ciudad Real.
El premio Wolf de Física es el más prestigioso en su
ámbito tras el Nobel y que muchos consideran como la antesala de los galardones
que concede la Real Academia de las Ciencias de Suecia. De hecho, el nombre de
este joven investigador es uno de los que suena con más insistencia en los
últimos años como el próximo Nobel de Física por sus trabajos en física
cuántica. Junto con su colega Peter Zoller -con quien comparte el Wolf- ha sido
capaz de demostrar que es posible construir un ordenador cuántico, un avance
que cambiará el mundo.
Cirac ha
construido una prestigiosa carrera investigadora desde que se incorporó a la
Universidad de Castilla-La Mancha en 1991, con sólo 26 años, de la mano de su
mentor, el profesor José Manuel Riveiro. El científico desempeñó una fructífera
labor como profesor titular en la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas
del Campus de Ciudad Real durante seis años. Tras su estancia en la UCLM,
trabajó en las universidades de Colorado (EEUU), Innsbruck
(Austria) y Munich (Alemania), hasta que en 2001 fue nombrado director de la
División Teórica en el Instituto Max-Planck de Óptica Cuántica, en Garching
(Alemania).
A pesar de este
curriculum internacional, Ignacio Cirac ha mantenido su vinculación con la
Universidad de Castilla-La Mancha de una u otra forma en estos últimos años. En
noviembre de 2005 fue investido doctor honoris
causa por esta institución académica, en una ceremonia celebrada en el
campus ciudadrealeño en la que agradeció el apoyo de la UCLM en el inicio de su
trayectoria investigadora. Además, Ignacio Cirac ha visitado en varias
ocasiones el campus en el que comenzó su carrera para compartir encuentros con
jóvenes investigadores, presentar su experiencia en talleres de periodismo
científico o participar en la XXXII Bienal de Física, que la UCLM acogió en
septiembre de 2009.
Entre los
numerosos premios que ya ha obtenido destaca el Príncipe de Asturias de
Investigación en 2006, que logró con sólo 41 años, así como el Felix Kuschnitz, de la Academia Austriaca de Ciencias, o el
Premio de Quantum Electronics de la European Science Foundation. A estos
galardones se suma ahora el Wolf, que nunca antes había sido concedido a un
científico español.