El desastre de la enseñanza
lunes 18 de marzo de 2013, 10:59h
El 90 por ciento de los
aspirantes a profesores en Madrid no han sido capaces de responder
correctamente a preguntas que se les exigen a alumnos de 12 años.
Para su tranquilidad, esos mismos alumnos también ignoran las
respuestas. Así que todos se mueven en el mismo nivel de
incompetencia.
La de los estudiantes se
pone en evidencia periódicamente gracias a los informes PISA,
realizados a adolescentes de 57 países desarrollados. Los españoles
no solamente quedan en los últimos lugares, sino que de un informe a
otro empeora su puesto en el ranking. Los profesores, por suerte para
ellos, no sufren estas periódicas evaluaciones, que si no...
Visto lo visto, no
entiendo por qué se dice que nuestros jóvenes son los más
preparados de la Historia. Si acaso, resultan unos analfabetos con
conocimientos, eso sí, de informática e inglés. Aunque, claro,
cuando hay que conversar con finlandeses u holandeses, por poner por
caso, nuestros chicos no estén a su altura.
La culpa no es suya, por
supuesto. Tampoco de sus profesores, pobrecitos ellos: si han sido
malos alumnos, ¿cómo podrían convertirse en buenos docentes?
Los culpables, como
siempre, son nuestros políticos, quienes han hecho de la enseñanza
su particular campo de batalla ideológico, con la inestimable
colaboración de algunos sindicatos y asociaciones de padres. Para
todos ellos, lo importante no es el aprendizaje de los chicos, sino
un adoctrinamiento que les lleva que a cada cambio de Gobierno
modifiquen los planes de estudios.
Para colmo, a la hora de
recortar gastos, ¿dónde mejor que en una enseñanza en la que de
verdad ninguno de ellos cree?
En ello, más que en
otras causas, radica el gran drama del paro de los jóvenes, ya que
¿qué empleo pueden conseguir si no están suficientemente
preparados para él?
En vez de hacer
rimbombantes, costosos e ineficaces planes de empleo juvenil, más
valdría, por consiguiente, invertir en la enseñanza, sustraerla a
la perenne guerra de banderías ideológicas y dotarla del mejor
profesorado posible. Así, a falta de mayores logros inmediatos, al
menos no habríamos perdido la esperanza.
Diplomado en la Universidad de Stanford, lleva escribiendo casi cuarenta años. Sus artículos han aparecido en la mayor parte de los diarios españoles, en la revista italiana Terzo Mondo y en el periódico Noticias del Mundo de Nueva York.
Entre otros cargos, ha sido director de El Periódico de Barcelona, El Adelanto de Salamanca, y la edición de ABC en la Comunidad Valenciana, así como director general de publicaciones del Grupo Zeta y asesor de varias empresas de comunicación.
En los últimos años, ha alternado sus colaboraciones en prensa, radio y televisión con la literatura, habiendo obtenido varios premios en ambas labores, entre ellos el nacional de periodismo gastronómico Álvaro Cunqueiro (2004), el de Novela Corta Ategua (2005) y el de periodismo social de la Comunidad Valenciana, Convivir (2006).
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