El jefe de la oposición abogó por que el Rey y los demás miembros de la Casa Real "tengan un estatus semejante al que tienen el resto de los responsables públicos, como los diputados, los senadores y los miembros del Gobierno" que, recordó, deben presentar declaraciones de bienes y de patrimonio. "La crisis ha producido un deterioro institucional muy grande y lo tenemos que abordar", dijo
Rubalcaba, y reclamó una "reflexión meditada" para introducir cambios relativos a la Jefatura del Estado.
Defendió que la Monarquía parlamentaria "sigue siendo plenamente válida", aunque insistió en la existencia de "temas pendientes" que requieren una reforma de la Carta Magna, como el derecho sucesorio de las mujeres o una serie de "indefiniciones sobre la Casa Real".
Por su parte, Izquierda Unida está promoviendo una declaración institucional para ensalzar los valores "políticos, sociales y culturales" de la II República. El PP anunció que no apoyará la declaración.
Ayer la Mesa del Congreso rechazó, gracias a la mayoría del PP, casi todas las preguntas de la oposición dirigidas al Gobierno sobre la herencia del Rey. Finalmente aceptó una pregunta del PSOE sobre el patrimonio que dejó Don Juan y dos del BNG relativas a la transparencia de la Casa del Rey.
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