O cese o dimisión

Pues si, el Gobierno tiene la culpa del caos que vive Barcelona a cuenta de las obras del AVE. No lo digo yo, lo ha dejado dicho el Presidente Zapatero en su visita semiclandestina a Hospitalet. A Zapatero le honra reconocer su responsabilidad en el caos, pero le falta dar un paso más que es el sustituir de inmediato a la ministra Magdalena Álvarez, por más que se argumente que quedan apenas cinco meses de legislatura.

La sustitución de Magdalena Álvarez no va a tener un efecto mágico sobre los socavones y el desastre de las obras del AVE, pero al menos los ciudadanos afectados se quedarían con la satisfacción de saber que tanta ineficacia se paga políticamente con el cese. Creo que al presidente le ha faltado visitar las obras en día laborable para tener un contacto directo con los ciudadanos y comprobar 'in situ' su enfado. Bien es verdad que Zapatero huye siempre de cualquier circunstancia que pueda empañar su imagen, y sobre todo que le resulte incomoda porque pueda recibir una bronca de los ciudadanos, ese es uno de sus fallos como político, que no suele dar la cara cuando teme las consecuencias. Pero dicho esto ahora lo que queda por ver es que va a hacer el Gobierno para arreglar el desaguisado, porque lo que está en juego no son sólo las obras propiamente dichas sino el resultado electoral en Cataluña.

Algunos socialistas catalanes no dudan en expresar su preocupación, al menos 'off the record', sobre el impacto que  la 'crisis' del AVE puede provocar en el electorado, teniendo en cuenta que buena parte de los afectados viven en zonas donde tradicionalmente se vota socialista. De manera que con su visita Zapatero no ha tratado de insuflar ánimos a los alcaldes socialistas y hacer un guiño a un electorado bastante sorprendido y hastiado del Gobierno de Madrid y del tripartito.

Unos por otros lo cierto es que Cataluña no pasa por su mejor momento y parece estar perdiendo el tren de la modernidad, y eso sucede cuando más dinero invierte el Estado en esta comunidad, luego el quid de la cuestión está en la mala gestión de la cosa pública.

Cataluña, lo mismo que Andalucía es uno de los graneros de votos del PSOE, y perder votantes en Cataluña puede suponer perder las próximas elecciones generales.

Uno de los problemas del PP es que no levanta cabeza en Cataluña. lo que le dificulta la posibilidad de ganar las elecciones, pero si el PSOE empieza a perder votantes, entonces se igualan las posibilidades de ganar o de perder de ambos partidos. En cualquier caso Zapatero va a necesitar algo más que lamentos y buenas palabras para recuperar la confianza de los sufridos ciudadanos que están padeciendo las obras del AVE, y eso implica un gesto como es el cese de la ministra Álvarez. No es que se lo pida Izquierda Unida, Esquerra, o el PP, es que se lo están pidiendo quienes padecen las obras del AVE todos los días.

Por lo pronto el presidente no se atrevió a presentarse en Barcelona con Magdalena Álvarez ni con el secretario de Infraestructuras, Víctor Morlan. Y es que los socialistas catalanes no quieren ver a la ministra, y lanzan recados de que cuanto menos vaya a Cataluña mejor. De ahí que de doña Magdalena algunos esperen el gesto de su dimisión si es que el presidente se empeña en mantenerla en el puesto.