Gracia, la que ustedes me hacen, señorías

Vaya diíta del Corpus que le han dado a los tres partidos políticos con representación en la Cámara andaluza, ya saben, PP. PSOE e IULV-CA. Estaban ellos tan contentos de su labor, de sus peleas parlamentarias, de sus discusiones, de sus debates sobre la deuda andaluza, el decreto de la vivienda y los EREs cuando les han cogido en un renuncio de los que hacen época. Resulta que a la chita callando, con nocturnidad y alevosía, los representantes de los tres grupos habían aprobado a mediados del mes de marzo la subida de las dietas para sus muchachos, que los pobres míos no tenian bastante con  el sueldo de 3.029 euros mensuales que les pagamos los andaluces por representarnos en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Hombre, yo no digo que aquellos que tengan que desplazarse todas las semanas desde Almería a Sevilla no se merezcan un complemento, pero, si todos son iguales, ¿por qué un portavoz debe de cobrar más que un secretario de la Mesa o un vicepresidente de Comisión, vengan de donde vengan? La propuesta, que, hecho inaudito, fue aprobada por la misma unanimidad con que aprobaron el cese de Pepe Chamizo como Defensor del Pueblo, consistía en que los portavoces adjuntos de los grupos políticos pasaran a incorporarse a las dietas que perciben los miembros de la Mesa y los portavoces, para percibir una cantidad de devengo semanal de 500 euros. Asimismo, incluía un aumento en la cuantía percibida por el presidente de la Cámara, que pasaría a cobrar en concepto de dietas de 500 a 600 euros semanales.

Según el régimen económico aprobado el pasado mes de febrero, la ayuda por gastos de alojamiento y manutención cuenta con una dotación mínima de 200 euros semanales, que se eleva hasta los 410 si los diputados tienen su residencia habitual a más de 300 kilómetros y hasta los 500 para los miembros de la Mesa y los portavoces de los grupos parlamentarios.A estas cantidades fijas se añaden complementos mensuales por razón del cargo que van desde los 1.537,37 euros para el presidente del Parlamento; los 1.234,28 euros para los vicepresidentes de la Mesa de la Cámara y los portavoces de los grupos parlamentarios; y los 928,08 euros para los secretarios de la Mesa y los portavoces adjuntos de los grupos parlamentarios.Cuantías inferiores tienen los complementos mensuales para los secretarios de los grupos parlamentarios, dotados con 648,23 euros; para los presidentes de las comisiones y los portavoces de los grupos parlamentarios en las comisiones, que alcanzan los 491,08 euros; para los vicepresidentes de las comisiones, que se sitúan en los 333,47 euros; y para los secretarios de las comisiones, que alcanzan los 175,85 euros. Junto a ello, los diputados también tienen derecho a percibir ayudas para afrontar los gastos de alojamiento y manutención que origine la actividad parlamentaria, que tienen diferente cuantía en función de la distancia entre su residencia habitual y la sede de la Cámara. Así, los parlamentarios percibirán 200 euros semanales si su residencia habitual está situada a un máximo de 100 kilómetros; 270 euros semanales si se localiza entre 101 y 200 kilómetros; 340 euros semanales si se ubica entre 201 y 300 kilómetros; y 410 euros si se encuentra a más de 300 kilómetros. Los miembros de la Mesa de la Cámara y los portavoces de los grupos parlamentarios percibirán una ayuda semanal de 500 euros por este concepto.

Si tenemos en cuenta que, además tienen ayudas al transporte y que los precios de la cafetería del Parlamento rondan casi a mitad que en cualquier otro establecimiento, ya me dirán si a ese sueldo inicial de 3.029 euros no hay que sumarle otros dos mil por diversas causas. Todo una inversión ésta de entrar en las listas y salir elegidos para la que lo único que hace falta es ser fiel al partido y seguir sumisamente las indicaciones de quien manda en cada legislatura. Para que después diga que no es rentable ser un culiparlante.

Tal y como están las cosas en Andalucía, con más de un millón y medio de parados y decenas de miles de familias sin ingreso alguno, este enjuague parlamentario era como darle una bofetada a cada parado. El presidente de la Cámara, Manuel Gracia, una vez que los periodistas han puesto el asunto en conocimiento de la sociedad, ha entonado el mea culpa y ha dado marcha atrás con el apoyo, no podía ser de otra forma, de todos los grupos políticos. Ahora todos reconocen que esa subida de las dietas no era nada ejemplarizante dada la situación económica por la que atravesamos. Bueno está el rectificar, pero digo yo que hubiese sido mejor haber dado un paso más y haberse reducido el sueldo un veinte por ciento por lo menos para equipararse con muchos profesionales que a duras penas llegan a fin de mes. Quizás eso hubiese reconciliado a los ciudadanos con la clase política que, cada día que pasa, da mayores síntomas de vivir en otro mundo que nada tiene que ver con la realidad. Ese donde dije digo, digo Diego, don Manuel, es una maldita gracia que ustedes los diputados andaluces nos hacen y que debería de ser tenida en cuenta cuando, dentro de tres años, llegue la hora de comparecer ante las urnas. Algunos dirán que todo esto es demagogia. Y no, no es demagogia, es simple y llanamente, poca vergüenza.