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Cosas que, ay, no hay Rey Mago que nos traiga

Cosas que, ay, no hay Rey Mago que nos traiga

viernes 03 de enero de 2014, 12:28h
Lo bueno que tiene la creencia ciega en los Reyes Magos -o, como alternativa, en Santa Claus- es que los niños piensan que todo es posible con solo pedirlo: los de Oriente -o andaluces, según Benedicto XVI- y el gordo barbudo norteño están obligados a complacer cualquier capricho infantil, so pena de que el infante se nos frustre y agarre un berrinche insoportable para el Estado proveedor, que ya se sabe que somos usted y yo, padres y madres. Pues eso: que Artur Mas, que aparece estos días en muchos 'cartoons' enviando su misiva a los Magos, comparte la falta de realismo de cualquier crío, y encima fundamenta sus peticiones a los magos que gobiernan Europa -por cierto, menuda carta mal escrita, improcedente e impertinente protocolariamente les ha escrito- en una burda falsía: dice que, independiente, Cataluña sería la séptima potencia económica de Europa. No me salen las cuentas, así que temo que el molt honorable president de la Generalitat se ha instalado definitivamente en el reino de la fantasía. Porque no quiero atreverme a pensar, y menos decir, que se nos haya apoltronado en el reino de la mentira consciente.
 
Pero no crea usted, amable lector, estimada lectora, que este comentario está dedicado en exclusiva al confuso y confundido líder independentista catalán, no. La convivencia en el país de nunca jamás la comparten otros muchos, desde los ministros de Economía y hasta presidentes del Gobierno que se empeñan, desde 2011, en que ese que comenzaba iba a ser el año del inicio de la recuperación económica -y así hasta este 2014...--, hasta el responsable gubernamental de los asuntos eléctricos, que se apresuró, cuando las cosas no iban bien, a culpar de fraudulenta una subasta que, ahora, el organismo regulador, teóricamente independiente, ha dicho que fue ajustada a la ley, aunque otra cosa es que haya que cambiar el sistema de funcionamiento, claramente deficiente.
 
Me temo que nos toman por tontos. O por esos niños ilusos que piensan que los Magos lo pueden todo. Los representantes de los ciudadanos españoles tienen  siempre una explicación a punto, una comparación con los países de nuestro entorno, una estadística, de las que echar mano para justificar que lo hacen bien, que ellos nunca se equivocan, que son los demás los que yerran, los que estamos errados. Y luego resulta que las explicaciones son muchas veces ocultamientos puros y duros, que las comparaciones no se corresponden con los datos tangibles y comprobables -ocurre que nadie los comprueba, y ellos lo saben; por eso se permiten tamañas licencias-- , y que las estadísticas son, por decir lo menos, adaptables a diferentes versiones, como se constata en los rifirrafes parlamentarios en los que el Gobierno arroja a la cara de la oposición cifras que la oposición rechaza, contraponiéndolas con otras que, a su vez, el Ejecutivo deniega. Una especie de juego sobre nuestro tablero, vamos.
 
Y así, en este gran deporte nacional de la ocultación, de la negación de la realidad más comprobable, del 'pulimiento' de las cifras, vivimos. Dar la espalda a la evidencia -no, Cataluña no sería la séptima potencia europea: se situaría por detrás de Portugal e incluso de Grecia, allá por un decimocuarto o decimoquinto lugar-se va convirtiendo en una costumbre impune para nuestros gobernantes: a ver a quién se le pone la nariz de Pinocho más larga. Y luego, claro, vienen las encuestas y, se las tome uno al pie de la letra o no, que yo más bien no, te dicen que los españoles quieren otros líderes que pongan en marcha una forma de gobernarles/nos completamente diferente. Me atrevo a decir que más de un compatriota -e incluyo, por supuesto, a los catalanes-estaría encantado de que los Reyes Magos le trajesen un reemplazo, convencido de que lo que hay empieza a no valernos ya.
 
Yo, la verdad, no escribo desde hace tiempo a los magos: sé que no lo son tanto, porque hay cosas que ellos no pueden traernos. Ya, ay, uno no es un niño. Así que ¿para qué pedir cosas que se ve que son imposibles?


- El blog de Fernando Jáuregui: 'Cenáculos y mentideros'>>
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