La juez Servini, "satisfecha" y esperanzada
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Las dos declarantes en la Audiencia Nacional |
"Emoción y orgullo" en la declaración ante la Audiencia Nacional de dos veteranas represaliadas por el franquismo
jueves 29 de mayo de 2014, 13:15h
Nunca es tarde... si la justicia es buena. O sí. En cualquier caso, con "emoción y orgullo", dos ancianas de más de noventa años que fueron represaliadas durante la dictadura franquista y que sufrieron el fusilamiento de varios familiares han declarado este jueves por primera en la Audiencia Nacional en el marco de la causa que instruye la juez argentina María Servini. "Es el día más feliz de mi vida porque por fin alguien me escucha", ha afirmado Teresa Álvarez Alonso (en la foto, la del centro), de 93 años, según fuentes presentes en su declaración.
La mujer, que se ha mostrado muy "emocionada, agradecida y
orgullosa" por poder expresarse ante un juez, ha contado a la magistrada
argentina y al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu la
represión que sufrieron su abuelo paterno, su padre y sus dos hermanos,
que fueron recluidos en el penal de la isla de San Simón (Pontevedra)
después de la Guerra Civil.
"Desapareció un hermano, otro fue capturado y después fue a un
batallón de trabajadores. Mi padre estuvo en la cárcel, fue torturado y
le metieron una varilla de paraguas por los oídos. Quedó sordo para toda
la vida", ha contado a su salida de la Audiencia Nacional. Tras lamentar que "los culpables no puedan ser juzgados ya que han
muerto todos", la anciana se ha mostrado convencida de que estos
procedimientos al menos conseguirán la "reparación" de las víctimas.
"Estoy muy contenta con los argentinos porque con los españoles no lo
pasé muy bien. No siento miedo, estoy orgullosa y muy contenta. Hoy es
una fiesta para mí", ha afirmado. Preguntada si cree que el
procedimiento servirá para algo, ha señalado: "Aunque yo no lo vea
porque soy muy mayor, creo que sí, que llegará algún día".
También ha declarado Faustina Romeral Cervantes (en la foto, a la derecha), una mujer de 90
años que perdió a su padre y su madre tras la contienda, fue detenida
con 15 años y permaneció en la cárcel entre los años 1947 y 1953. Tras
la declaración se le ha preguntado si el procedimiento "servirá para
algo". "Eso ya lo veremos", se ha limitado a decir.
Las declaraciones han tenido lugar en el marco de la causa que la
titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 1
de Buenos Aires abrió para investigar los crímenes de genocidio y de
lesa humanidad cometidos por la dictadura franquista desde el 18 de
julio de 1936 hasta el 17 de junio de 1977, fecha de las primeras
elecciones democráticas en España.
Los presuntos torturadores Billy el Niño y Jesús Muñecas
Los abogados que impulsaron la querella, Carlos Slepoy, Ana
Messuti y Máximo Castex, han mostrado su satisfacción por el hecho de
que por primera vez un juez de la Audiencia Nacional, que rechazó la
extradición de los presuntos torturadores Antonio González Pacheco,
alias 'Billy el Niño', y Jesús Muñecas, haya escuchado a represaliados
por el franquismo.
"Hay que destacar la plena colaboración de los jueces españoles a
la justicia argentina, es una demostración de que algo profundo está
cambiando, de que nos acercamos cada vez más al momento del fin de la
impunidad. Marca un hito al que van a seguir muchos otros", ha asegurado
Slepoy antes de señalar que las víctimas quieren que se haga "lo
imposible" por conocer el paradero de sus allegados y que "se restituya
su buen nombre, pues fueron condenados a muerte en base a acusaciones
falsas".
Servini, que se ha mostrado "satisfecha" por los interrogatorios,
remitió una comisión rogatoria a la Audiencia Nacional para interrogar a
estas dos mujeres pero la petición llegó a los Juzgados de Plaza de
Castilla de Madrid, que la semana pasada dieron traslado de ella a la
Audiencia, donde le tocó por reparto al juez Andreu.
La juez argentina se ha desplazado hasta España para interrogar a
varias víctimas del franquismo personadas en el proceso abierto en
Argentina y que por su edad o condiciones no pueden viajar para prestar
declaración o trasladarse a un consulado. Así, ha escuchado el
testimonio de víctimas del País Vasco, Andalucía y Madrid.
Otra víctima del franquismo, Ascensión Mendieta, ha acudido a la
Audiencia Nacional para entregar una prueba de ADN que sea cotejada con
los restos de su padre, sindicalista de la UGT que fue fusilado y
enterrado en una fosa común del cementerio de Guadalajara junto a otros
17 compañeros. Servini pidió la exhumación de estos restos en febrero
pasado.