Chávez arrecia

Arrecia su calentura, su cólera, su tempestad. El presidente de la República bolivariana de Venezuela, ha introducido en su campaña política para conseguir la perennidad y la presidencia eterna en su país, su muy rentable campaña contra el Rey de España, el Gobierno de España y las empresas españolas. Posiblemente estas últimas sean el punto más delicado, y, naturalmente, se ha extendido un cierto pánico por lo que el "orangután", como se le llama cariñosamente, puede hacer en su calentura, su cólera o su tempestad, provocada por dl ya muy famoso "por qué no te callas", expresión a la que se supone que le falta el taco final: coño, puñetas, o bien, majadero, estúpido...

Pues bien, en un primer momento, el gobierno de Zapatero, con el propio presidente al fondo, y secundado por Moratinos, o por Trini Jiménez, ambos presentes en el episodio de Santiago de Chile, todos pretendieron que, sencillamente, se aplacaran las aguas y todo se redujera a una anécdota risible. Así lo daba a entender Chávez, que relató que no se había enterado de la intervención del Rey y que le divirtieron las versiones que se hicieron sobre el incidente. A su vez, la diplomacia española insistía en la necesidad de recuperar el bueno tono, las relaciones de entendimiento y colaboración.
Pero, repentinamente, "el orangután" ha cambiado el "chip". Ya no es el amable dirigente que decía al Rey en Chile, al llamarle la atención por calificar de fascista a Aznar: A sus órdenes, su Majestad. Con la réplica de don Juan Carlos: Si estás a mis órdenes deja de decir ese tipo de cosas... Pero Chávez, de un día para otro, parece haber despertado sus iras, y no se sabe guiado por qué clase de ánimo de venganza, ha hecho gana de nuevos propósitos: Carga contra el Rey y avisa de que revisará las relaciones con España. Chávez anuncia o advierte: Voy a meter el ojo a las empresas españolas, a ver qué están haciendo aquí". "Las empresas españolas van a tener que rendir más cuentas". Explica que no quiere dañar las relaciones con España, pero hay una evidente amenaza a los inversores españoles.

Es decir, Chávez tensa  esas relaciones con España. Y entienden los analistas que el presidente venezolano utiliza a la Corona española para su referéndum del próximo diciembre. El gobierno español, que había optado por esa línea de prudencia, de dejar pasar el tiempo y de regresar a la normalidad anterior al "fascista Aznar" y del "por qué no te callas", se ve en la necesidad de empezar, también, a cambiar su estrategia. Moratinos ya ha advertido que ese nuevo tono y amenazas de Chávez no ayudan a tranquilizar el ambiente y la situación. Y entre tanto, la oposición del PP reprocha al gobierno su forma tranquila y su método de que pase el tiempo y se serenen las aguas. Rajoy pide guerra. Como Chávez...