Deberes medioambientales

Protocolo y broncas aparte, la conferencia que se ha celebrado en Valencia sobre el cambio climático ha dado como resultado un informe que, si tenemos que ser sinceros, no aporta prácticamente nada nuevo, excepto la necesidad de que, de una vez por todas, los ciudadanos tomen conciencia del problema que existe y con su actitud y sus exigencias consigan que los políticos y las Administraciones hagan lo mismo.

Cada vez la Tierra tiene más población y, desde luego, es difícil de explicar a los ciudadanos de los países pobres o en vías de desarrollo que por los temas medioambientales ellos no van a poder disponer de la calidad de vida que ven en los países desarrollados y que, con todo su derecho, aspiran a tener.

Este es quizás el principal problema que a corto, medio y largo plazo debemos plantearnos, es decir, tenemos que llegar a conseguir hacer compatible la calidad de vida de los ciudadanos de todo el mundo, con la protección del medio ambiente de ese mundo en el que todos vivimos.

No es justo que los que vivimos en países desarrollados y más hemos contribuido al desequilibrio medioambiental, exijamos, cuando no obliguemos, al resto de los habitantes del planeta Tierra, que prácticamente nada han tenido que ver en el deterioro del medioambiente, a que sean ellos los que carguen con el esfuerzo de corregir lo que nosotros hemos hecho mal.

La cita en Valencia que algunos han querido titular como “post-Kyoto”, emplaza a la sociedad a que en su próxima cita en Bali, no sólo plantee soluciones teóricas para resolver el desequilibrio actual, sino, sobre todo, que haya compromisos serios por parte de los Gobiernos y los ciudadanos de cumplir lo que los expertos nos aconsejen.

Vaya por delante que el problema no es cambiar los combustibles fósiles por energías alternativas, aunque naturalmente es mucho mejor para el medioambiente consumir energía fotovoltaica o eólica que la que viene del petróleo, sino que el problema está en conseguir reducir nuestro consumo no sólo energético, sino en general de todo tipo, sin que eso de como resultado una disminución del nivel y la calidad de vida de los ciudadanos.