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El concepto retrógrado de la Hispanidad

martes 13 de octubre de 2015, 08:40h
Cada año ocurre lo mismo con los de siempre. Cuando llega el 12 de octubre y los españoles celebramos la Fiesta nacional, algunos progres de pacotilla saltan a los medios de comunicación, que están encantados en darles altavoz a sus chirradas, para denigrar la celebración del Día de la Hispanidad. En eso de echar piedras sobre nuestro propio tejado somos únicos. Cualquier país del mundo, desde Estados Unidos a Rusia pasando por Francia, Italia, Alemania, Inglaterra, Cuba o Venezuela celebran por todo lo alto sus fiesta nacionales haciendo un verdadero alarde de respeto a sus símbolos, a su bandera, a su escudo, a su himno, a sus propias singularidades, a su cultura o a su historia. El 14 de julio en Francia, el 4 de este mismo mes en Estados Unidos, el 12 de junio en Rusia, el 3 de octubre en Alemanía, el 2 de junio en Italia, el 23 de abril en Inglaterra o el 1 de enero en Cuba son fechas que cada uno de los ciudadanos de estos paises respetan sea cual sea el Gobierno que dirija sus destinos. En casi todos estos paises estos días se celebran desfiles de sus fuerzas armadas y homenajes a sus banderas sin que ninguno de sus políticos pongan en un brete la festividad y critiquen los fastos.

No sé quien fue el político, creo que fue Bismarck quien dijo aquello de que “España era el país más fuerte del mundo porque los españoles llevábamos siglos intentado destruirlo y no lo habíamos conseguido”. No le faltaba razón al canciller alemás aunque en los últimos tiempos, entre los catalanes, los vascos y lo muchachos de Podemos nos estamos empeñando en conseguirlo por la vía rápida. No conozco ningún lugar del mundo, y he recorrido cuatro de los cinco continentes, en que el sus habitantes valoren menos su historia. La nuestra, por suerte o por desgracia, está jalonada de hechos que han cambiado el destino de toda la humanidad. Y el descubrimiento de América fue uno de ellos. Un hecho que, pese a su decisiva importancia para la civilización occidental posterior al siglo XV parece que siempre nos ha dado vergüenza a los españoles.

Desde la restauración democrática, aunque parezca increíble, hablar de la Fiesta de la Hispanidad o la utilización del término Fiesta Nacional es para muchos miembros de la progresía hispána un concepto retrógrado cuando no facistoide. Todavía me entra una sonrisa sarcástica cada vez que entro en Sevilla desde Cádiz y atravieso la avenida que discurre entre el río y la Palmera, paralela a ésta. El ex alcalde socialista de la capital hispalense, Alfredo Sánchez Monteseirín, forzado por sus socios de IULV-CA,. le cambió su inicial nombre de La Raza por el más políticamente correcto de Las Razas con el fin de no dañar sensibilidades. Menuda chorrada.

La ausencia del presidente de la Generalitat, Arturo Mas, del lendakari del País Vasco, Iñigo Urkullu y de la presidenta navarra, Uxue Barkos de los actos oficiales ya no ha sorprendido a nadie. Más de lo mismo protagonizados por los de siempre. Peor han sido los twist “Nadaquecelebrar” lanzados estos días por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, por el regidor chirigotero de Cádiz, José María González “Kichi” o por el tonto del baba del Willy Toledo tildando el Descubrimiento y la conquista de América como uno de los mayores genocidios de la humanidad ponen de manifiesto la incultura y la memez de ciertos personajes que no dudarían de tildar de heroica hazaña la invasión de los países del Este por la Rusia de Stalin tras la Segunda Guerra Mundial. Si ello hubiese ocurrido en cualquier país de nuestro entorno, los ciudadanos los hubiesen corrido a gorrazos mientras aquí no sólo se les respeta su opinión sino que se les da altavoz a estas chorradas como si no fuesen dignas de la ignorancia más supina. Las redes sociales son el arma que todos estos muchachos, como los miembros del llamados Estado Islámico, utilizan para dar a conocer sus mensajes. Habría que tenerlo en cuenta a la hora de estar todo el día colgados del twiter o el Facebook.

Por todo ello alabo la postura de nuestra presidenta, Susana Díaz, quien no se ha dejado llevar por falsas imágenes pseudoprogresistas de algunos de sus compañeros de partido y ha dejado claro su españolidad y su orgullo de pertenecer a esta nación llamada España con su presencia en la madrileña Plaza de Neptuno. Andalucía se siente española y celebra con orgullo esta Fiesta Nacional y el Día de la Hispanidad al que los andaluces contribuímos con nuestro esfuerzo y con muchas vidas de sus ciudadanos. Ya va siendo hora que deje de darnos vergüenza gritar un ¡Viva España! fuera de los partidos de las selección española de fútbol.

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