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PSOE y el eslabón perdido

lunes 24 de octubre de 2016, 21:44h

La idea de eslabón perdido implica que el proceso evolutivo es un fenómeno lineal y que unas formas originan a otras de manera consecutiva, como los eslabones de una cadena se suceden uno a otro. El eslabón perdido se considera hoy en día científicamente incorrecto porque no hay uno, sino muchos, y justamente no son eslabones de una cadena sino partes de un árbol muy ramificado, como pasa en el PSOE con barones, baronesas y fósiles catalogados de los que desconocemos su extraña evolución. Nada más lejos de mi intención que incluir entre los sabios estudiosos a ninguno de los actuales promotores abstencionistas del PSOE y mucho menos catalogaré de sabios a personajes como Susana Díaz, Álvarez-Vara o Pepiño Blanco. La curiosa evolución/involución sufrida en las últimas semanas en el seno del partido socialista, me lleva sin embargo a buscar paralelismos curiosos. El origen de las especies, el texto de Charles Darwin que da origen a las teorías evolutivas del hombre, reavivó el debate entre evolucionistas y creacionistas con tan enfervorizado discurso, como ahora se exhibe entre abstencionistas y progresistas, todo por encontrar ese eslabón maldito.

Desde aquel 2 de mayo de 1879 cuando en Madrid, de forma clandestina en torno a un núcleo de intelectuales y obreros tipógrafos, encabezados por Pablo Iglesias, se redacta el primer documento que da lugar a la creación de la Agrupación Socialista Madrileña, el partido ha ido creciendo sin parar de evolucionar. En 1910 Pablo Iglesias obtiene su escaño, siendo el primer obrero que se sienta en el parlamento. La Restauración, cuyo sistema permitía que los derechos civiles fueran ignorados y que el poder se repartiera entre los partidos liberal y conservador, permitió amasar importantes fortunas a determinados sectores de la burguesía, algo similar a lo que ocurre en la actualidad donde el número de grandes fortunas ha crecido un 14% en los últimos cuatro años. Mientras, los trabajadores sufrían las consecuencias de una tremenda subida de precios, que disminuía por días la capacidad adquisitiva de sus salarios, muy similar a lo que ocurre hoy en día y tuvo en los socialistas, un adversario implacable a la burguesía dominante para defender a los más desfavorecidos.

Mucho ha llovido desde entonces, pero las raíces de aquel partido se han hecho más solidas con el paso del tiempo. Tras la II Republica y el golpe de estado que dio paso a una etapa oscura, sanguinaria y dramática de la España reciente, la recuperación de los derechos civiles en forma de democracia, han dado a los españoles la voz usurpada en la dictadura, permitiéndoles ir a las urnas para elegir a sus representantes. La irrupción de un líder como Felipe González, llevó a los socialistas al poder en la mayor victoria jamás vista de un partido político, sumando 202 diputados y casi el 50% de los votos emitidos. Fueron años de cambios, de reformas industriales que crearon graves tensiones con los sindicatos y una huelga general, apoyada entre otras fuerzas sindicales, por la hermana UGT. Era necesario llevar un programa de reformas estructurales de gran calado, para modernizar un país anquilosado por una industria pesada, obsoleta y escasamente competitiva, para reconducirlo por la senda de la modernidad.

Todo aquello que tanto ilusionó y enorgulleció a los militantes y votantes socialistas, permitió la transformación de un país que pronto entraría en el club europeo para convertirnos en una de las economías más solidas del continente. Después la entrada del euro, los ocho años de Aznar como presidente del gobierno, con Rodrigo Rato de vicepresidente, y nuevo periodo socialista con José Luis Rodríguez Zapatero al frente. En este tiempo se avanzó como nunca en derechos y libertades. Leyes como la de Violencia de Género, Dependencia, de Igualdad, Memoria Histórica, Matrimonio Homosexual, Divorcio Express, Reproducción Asistida y una regularización de inmigrantes de gran calado social que dio empleo a miles de ellos en un momento tan necesario para el crecimiento español. Nada más llegar al poder, tal y como había prometido, dio orden de repatriar a las tropas españolas en Irak, que el hombre del bigote con los pies en la mesa, junto a su amigo el hortera de George Bush, había enviado desoyendo a España entera que clamaba un NO a la Guerra por todas las calles.

Durante los años de los gobiernos de González y Zapatero, la oposición del Partido Popular fuer feroz e inmisericorde con los socialistas no permitiendo ningún margen de error, calificándolos de torpes e incompetentes. La descalificación y el ataque eran su seña de identidad. Mientras tanto, en la sede de Génova, todos los tesoreros sin solución de continuidad recogían dinero negro a espuertas, los amiguitos de Aznar se forraban con la Gürtel y los de Gallardón, Esperanza, Matas o Camps entre otros, sembraban el país de corrupción como se está viendo en estos días en los juzgados. El PSOE una vez en la oposición por haber perdido las elecciones con un Rubalcaba que daba sus últimos (¿?) pasos en política, hacia oposición sin éxito pues la mayoría absoluta de Rajoy lo impedía habiendo puesto en marcha unos recortes salvajes, que dejaban mermada la protección social a cientos de miles de españoles. Se rescataban bancos, pero no a las familias y se llevaba a umbrales de pobreza a los más vulnerables.

Repasando este último párrafo, es aun más importante hacerse la pregunta sobre donde está el eslabón perdido entre aquel PSOE progresista defensor de la igualdad, opositor al PP y este partido que facilita el gobierno al partido más corrupto y clasista jamás visto. Nadie podía pensar una entrega sin condiciones, pues esto no se encuentra en el ADN del partido socialista. Ahora los populares para pagar el favor, repartirán algunas migajas reformistas para maquillar la humillación y que inmediatamente airearan los abstencionistas como el primer logro de la radical oposición a Rajoy………

Me ha dolido leer y escuchar testimonios de militantes y votantes que se ven traicionados, humillados y entristecidos después del episodio bochornoso del último Comité Federal que evidenció una gran fractura con un 40% de miembros contrarios a la abstención, a los cuales se les presume gran protagonismo en el futuro. Las bases están soliviantadas, pidiendo una urgente convocatoria de un Congreso Extraordinario, imprescindible para cerrar esta crisis de liderazgo y lamentablemente de identidad. Desde la gestora piden firmeza, respeto y disciplina de voto, algo que no se pidió a los diecisiete del golpe de estado contra Pedro Sánchez, autores de la incalificable y torticera actuación como jamás se había conocido nada igual en el seno socialista. A la gestora le falta autoridad moral y se le nota por mucha llamada ala disciplina que quiera hacer. Como decía esta mañana un viejo militante amigo, “al menos nos queda Borrell”, que a sus sesenta y nueve años es de las pocas voces de aquella generación del cambio, que afortunadamente no ha cambiado.

JOSE JOAQUIN FLECHOSO

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