Convivencias intergeneracionales en Madrid

De las 600.000 personas mayores de 65 años que viven en Madrid, más de 130.000 viven solas y muchas de ellas desearían estar acompañadas. Esta estructura demográfica requería una respuesta de los poderes públicos, en especial los de mayor proximidad al ciudadano, como son los ayuntamientos. “El reto –explicó Dancausa– no es sólo que los recursos municipales, como la teleasistencia, ayuda a domicilio o centros de día, crezcan. También consiste en potenciar la solidaridad y el intercambio entre los ciudadanos”.

Mejorar la autoestima
Los programas de convivencia intergeneracional proporcionan beneficios a todos los participantes, jóvenes y mayores: mejoran la autoestima y el sentimiento de utilidad, promueven el conocimiento y la compresión mutua, fomentan la solidaridad entre generaciones y facilitan la comunicación. Poner en contacto a personas de edades muy diferentes hace que se fortalezcan sus relaciones, se facilite el envejecimiento saludable y se fomente el crecimiento positivo de los jóvenes.

Se trata de una convivencia generosa y solidaria, que supone para todos un enriquecimiento personal y que, al mismo tiempo, tiene ventajas prácticas en la vida cotidiana.

Sentimiento de utilidad
El programa Vive y Convive posibilita el alojamiento alternativo de estudiantes universitarios en el domicilio de personas mayores que necesitan compañía. Especialmente mayores que viven solos y que,  encontrándose en un buen estado de salud y de autonomía personal, desean compartir su vivienda y sus experiencias con personas de otra generación. La experiencia de los jóvenes, además de compañía y frescura, proporciona a los mayores un importante sentimiento de utilidad.

El programa también  contribuye a  mantener en su hogar a los mayores que viven solos y a robustecer las redes sociales. Son, en definitiva, medidas que promueven la cohesión social.

Seguimiento del programa
La Fundación Vive y Convive y la Dirección General de Mayores del Ayuntamiento de Madrid realizan un estrecho seguimiento del programa, y los trabajadores sociales de los distritos desarrollan una labor fundamental, al seleccionar a los mayores que desean acogerse al mismo. Ese seguimiento, que incluye la selección de los estudiantes de las universidades, es también una garantía para la buena marcha de la convivencia.

Los estudios que se han llevado a cabo en la Dirección General de Mayores ponen en evidencia la satisfacción que el programa produce en los participantes./