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El problema no es la ley

miércoles 19 de diciembre de 2007, 17:08h
   Faltaba sacar del baúl de los demonios familiares el aborto, y ya está en danza. En plena Navidad, un comentario del presidente Rodríguez Zapatero ha convertido en debate nacional una moción de IU para sustituir los tres supuestos de despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo vigentes desde hace veintidós años por una "ley de plazos", que sin ese comentario del presidente habría pasado, en mi opinión, tan desapercibida como tantas y tantas iniciativas de la minoritaria IU.

   ¿Buscaba Zapatero, como presumen algunos, desviar la atención del sainete de "las propinas y el conejo", o hacerle un guiño electoral a "la izquierda", como dicen otros? Me cuesta creerlo porque, de ser así, el presidente, desde mi punto de vista, habría llevado el tacticismo electoral hasta cotas de verdadera miseria moral. Pero, si no es por esto, ¿por qué? ¿Por qué ahora?

   Algunos de los periodistas invitados a la copa de Navidad de Moncloa aseguran que el presidente se mostró "muy contrariado" porque el debate se haya abierto en estos momentos, pero el propio entorno presidencial atribuye el detonante de la polémica a una indiscreción de algún miembro de la Ejecutiva socialista, en cuya última reunión admiten que se abordó el asunto aunque solo con la intención de reflexionar sobre si una ley "de plazos" sería más eficaz que la actual ley de "supuestos" para atajar negocios de abortos criminales como los descubiertos recientemente en Barcelona y en Madrid.

   Tengo mis dudas de que algún ejecutivo (¿o ejecutiva? ) del PSOE se atreva a colarle a un "killer" como Zapatero semejante gol en plena elaboración de las listas; pero, por ir al fondo de la cuestión: ¿arreglaría el problema de los abortos ilegales una "ley de plazos"?

   Reflexionar siempre está bien, y reformar las leyes para cegar las lagunas por las que se cuelan los delincuentes es lo correcto. Pero me parece que lo que los atroces casos de aborto ilegal o directamente de infanticidio que al parecer han inspirado la reflexión de la Ejecutiva del PSOE sobre la actual ley del aborto ponen de manifiesto, es la infinita desidia y la insufrible indolencia de las autoridades sanitarias para, simplemente, hacerla cumplir.

   Una inspección más rigurosa, una educación que ponga el acento en el valor de la vida, y una información constante y adecuada sobre los muchos métodos que existen para prevenir los embarazos no deseados es lo único que puede ayudarnos, en mi opinión, a sacudirnos el baldón de ser, además del paraíso europeo de los abortos ilegales, el país con mayor tasa de abortos entre las adolescentes de nuestro entorno. El aborto no es un método anticonceptivo más sino un  fracaso social por el que la mujer que aborta paga un altísimo precio personal.
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