El Consejo de Seguridad de la ONU pide calma en Pakistán

El Consejo de Seguridad de la ONU rindió este jueves tributo a la ex primera ministra Benazir Bhutto, asesinada en un atentado suicida, y pidió calma y moderación a los paquistaníes en favor de la estabilidad del país.

Tanto el máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas como el secretario general de la organización, Ban KI-moon, expresaron este jueves su más enérgica condena del atentado y transmitieron sus condolencias a la familia de la líder opositora asesinada, al Gobierno de Pakistán y a los ciudadanos de ese país.

En una declaración presidencial adoptada durante una reunión de urgencia, el Consejo subrayó "la necesidad de llevar a los autores, a los organizadores y a quienes han financiado y apoyado este censurable acto de terrorismo ante la Justicia".

Además, urgió a todos los países a colaborar activamente con las autoridades paquistaníes para lograr ese objetivo.

El Consejo de Seguridad hizo también un llamamiento a todos los paquistaníes "a que actúen con moderación y mantengan la estabilidad en el país".

Los quince miembros del máximo órgano de la ONU atendieron este jueves de inmediato la llamada del embajador italiano Marcello Spatafora, presidente de turno del Consejo, para celebrar consultas sobre la situación en Pakistán tras el atentado ocurrido en la ciudad de Rawalpindi que también causó la muerte de entre 15 y 25 personas y varias decenas de heridos.

"Tan pronto como oí las noticias esta mañana consideré absolutamente necesario convocar la reunión" explicó Spatafora a la prensa poco antes de que los miembros del Consejo iniciaran su sesión de consultas a puerta cerrada.

El representante de EEUU ante la ONU, embajador Zalmay Khalilzad, afirmó que se sentía "muy entristecido" por la noticia del asesinato de Benazir Bhutto, a quien conocía bien y consideraba su amiga.

"Es una gran tragedia, porque ella defendía la moderación, el imperio de la ley y la democracia en su país", manifestó el embajador poco antes de acceder a la sala de consultas del Consejo y adelantó que probablemente se daría a conocer una declaración presidencial después de la sesión.

Tras una hora de consultas, los quince miembros de ese organismo pasaron a la sala oficial de reuniones del Consejo, donde el presidente de turno dio a conocer la declaración que efectivamente se había adoptado.

En ella, el Consejo condenó "en los términos más enérgicos" el atentado de Rawalpindi y reafirmó que "el terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las más serias amenazas a la paz internacional y a la seguridad".

Agregó que "todos los actos terroristas son criminales e injustificables, cualquiera que sean sus motivos, cuando y donde ocurran y quienes los cometan".

También reafirmó "la necesidad de combatir por todos los medios, y de acuerdo a la Carta de las Naciones Unidas, las amenazas a la paz y seguridad internacionales causadas por actos terroristas" y reiteró su determinación a combatir cualquier forma de terrorismo.

Durante la reunión estuvo presente Ban Ki-moon, quien no intervino en ella pero sí quiso reiterar después ante los micrófonos y las cámaras su condena del trágico atentado, tal y como había expresado en un comunicado emitido poco antes.

Ban señaló que estaba "conmocionado e indignado" por el asesinato de Bhutto y de muchos otros civiles en el atentado, al tiempo que alabó y agradeció la declaración adoptada por el Consejo de Seguridad, porque es "una medida muy apropiada".

El secretario general urgió a la calma y a la máxima moderación de todos los paquistaníes por la unidad nacional y la paz "en estos momentos tan difíciles".

A la sesión del Consejo asistió también como invitado el representante permanente en funciones de Pakistán ante la ONU, Faruk Amil, quien señaló al final de la reunión que su país está "en estado de shock" a causa de la "gran tragedia" ocurrida el jueves.

"El Gobierno y el pueblo de Pakistán de forma unánime condena este acto de terrorismo", afirmó.

Agregó que su país "sigue siendo una víctima del terrorismo" y que el Gobierno paquistaní "está absolutamente comprometido" en la lucha contra el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones.