Por cuarto año consecutivo, La Casa Encendida ofrece el taller 'Volver a jugar' para padres y madres. Se trata de unos cursillos de manualidades, ideales para ofrecer alternativas de ocio distintas a la televisión y a los videojuegos a los más pequeños en estas Navidades. El objetivo es que los niños se diviertan con sus padres o familiares cercanos sin gastar mucho dinero y reciclando todas aquellas cosas que puedan tener en casa.
Es el segundo año que Laura y María Jesús, ambas de 30 años, acuden a La Casa Encendida para asistir al taller 'Volver a jugar' y aseguran que no será la última vez que lo hagan. “Ninguna de las dos tiene hijos aún, pero somos profesoras de educación infantil. Venimos para recabar ideas y luego poder jugar con los niños en el colegio. Además, estamos de vacaciones y a las dos nos parece una buena forma de invertir el tiempo: aprendemos y nos divertimos al mismo tiempo”.
'Volver a jugar' se imparte desde hace cuatro años en La Casa Encendida de Madrid, en la Ronda de Valencia número 3. Sin embargo, es la Coordinadora Infantil y Juvenil de Vallecas, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la educación de la infancia y la juventud desde hace diecisiete años, la que lo organiza. “Tenemos muy claro que este taller no es para los críos, sino para sus padres. Si la gente mayor alimenta su creatividad, sus hijos también lo harán”, declara Marisa García, colaboradora de la Coordinadora.
El taller se imparte en cuatro sesiones, donde se ofrecen diferentes actividades: esculturas de papel, marcos de fotos, estrellas, cuadros, vidrio pintado, decoración de vasos, flores, cometas de hilos… y un montón de técnicas para aprender y divertirse al mismo tiempo.
En el mismo espacio de trabajo también hay una exposición con una muestra de juguetes educativos. Los monitores son los encargados de valorar cuáles son los juguetes más adecuados, de mostrar cómo jugar con ellos y de dar las instrucciones oportunas para hacer las manualidades. “Todos nosotros, los monitores, usamos mucho la imaginación e intentamos usar materiales muy sencillos para que luego la gente pueda repetir en su propia casa lo que ha aprendido aquí. Eso sí, cada uno enseña una técnica diferente. Por ejemplo, yo he estado haciendo marcos para fotos, mi compañera Carla esculturas de papel, Sergio ha hecho cuadros...La gente, cuando entra en el taller, elige qué es lo que más le apetece aprender y se acerca a una de las mesas para ponerse manos a la obra”, asegura Aída, de 27 años, monitora y educadora de la Coordinadora Infantil y Juvenil de Tiempo Libre de Vallecas.
La entrada al taller es gratuita y el horario es el mismo para los cuatro días: de 11.00 a 13.30. “He madrugado un poco para venir aquí con mi hermana pequeña, pero preferimos estar aquí que en la Plaza Mayor, que está llena de gente. Mañana, si podemos las dos, vendremos aquí otra vez porque es muy divertido. ¡Hemos hecho nuestro propio portafotos!, dice Nieves de 24 años.
El aforo del taller es de 30 personas, y a pesar de ser para adultos, los niños también son bienvenidos. “Somos conscientes de que, siendo fin de semana, es difícil que los padres se puedan separar de sus hijos, por eso los críos pueden estar en esa zona que hemos habilitado para que jueguen o si lo prefieren también pueden aprender las manualidades al mismo tiempo que sus padres”, añade García.
“Lo importante es encaminarles a todos hacia la creatividad. Muchos de los que vienen a nuestro taller se quedan alucinados con lo que llevan dentro y les hace mucha ilusión ver lo que son capaces de hacer con sus propias manos. Lo que pretendemos es que se lo transmitan a sus hijos con la misma ilusión”, concluye García.
Si (
No(
