La Consejería de Educación duda de que los alumnos desplazados del Colegio Sagrado Corazón puedan empezar las clases el primer día lectivo del año, el martes 8 de enero. Fuentes del departamento han confirmado a Madridiario que se está realizando "un enorme esfuerzo" para adecuar el colegio Miguel Hernández de Latina, pero no tiene claro que las clases se puedan reanudar en la fecha que, en principio, había establecido la orden religiosa.
"Este viernes se ha visitado el centro, que está acondicionado y tiene espacio suficiente para acoger a los alumnos de primaria, secundaria y bachillerato, pero hay que instalar el mobiliario necesario", aseguraron desde la Comunidad.
"El Sagrado Corazón estableció el día 8 de enero porque contaba con que el informe del Ayuntamiento sobre el edificio sería positivo y podría seguir las clases allí, pero no ha sido así. En principio descartaron la oferta de la Comunidad para irse a otro centro, pero las circunstancias han cambiado muy deprisa y estamos trabajando para intentar llegar a tiempo", añaden.
Traslado de los alumnos
Mientras tanto, los 250 alumnos de infantil recibirán clases a partir del día 11, en casetas prefabricadas que se instalarán en el patio del Colegio de las Religiosas del Sagrado Corazón, sito en la calle Santa Magdalena Sofía nº 12, también en el distrito de Chamberí.
El resto acudirá al colegio público Miguel Hernández, que alberga 1.040 plazas reservadas por la Consejería de Educación como medida preventiva ante casos de obras en los centros o incidentes como estos. El colegio dispondrá un servicio gratuito de autobuses para trasladarles.
"Son centros (el Miguel Hernández y el Guatemala de Fuencarral) perfectamente acondicionados y preparados para estas ocasiones, en los que se reservan plazas para poder trasladar ciclos educativos completos y que los chavales empiecen el curso con sus compañeros, sin dispersarlos", confirmaron a
Madridiario fuentes de Educación.
Este viernes, responsables del colegio, técnicos de la consejería y el director de área de Educación de Madrid capital, Bonifacio Alcañiz, acudieron al centro para dar el visto bueno y calcular las necesidades de espacio, mobiliario y medios técnicos.
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