Tic Tac, el reloj amenaza la vida

Lo creado, material, perdurará. No perecerá con el tiempo como la mayoría de sus autores. Sólo la mayoría; otros ya se han forjado la eternidad. Luis Eduardo Aute es uno de ellos, quien en tres líneas se despacha un interpretable 'Lo que sea, pero ya'. Otros, más jóvenes, como César González Álvaro, expresa en varias páginas el reto de la inspiración.

No todos los relatos son explícitos; aún menos los poemas. El presente, el futuro, el paso del tiempo, en general la vida, los sueños, las creencias, todo lo que las conforma, por supuesto la muerte, componen este tic tac del reloj que es el mismo para todos, pero que late a diferente ritmo para cada persona, cada momento, cada historia.

Tic Tac es un trabajo de muchos, una cuenta atrás que desafía al segundero, un almacén de pequeñas historias tristes, alegres, surrealistas, angustiosas, que enganchan, suspendidas en la aguja floja que representa el malabarismo que es la vida.