Centenario de la Casa del Pueblo

En este año 2008 que acabamos de iniciar se cumplirán los cien años de la inauguración de la Casa del Pueblo, de Madrid, en la calle de Piamonte. La Unión General de Trabajadores, y en especial UGT-Madrid, quiere conmemorar este aniversario como se merece, ya que fue un hito importante, desde luego de la vida de nuestra Organización, pero sobre todo de la clase obrera y trabajadora de nuestro país en un momento decisivo de su devenir histórico a principios del pasado siglo XX.

A lo largo de los próximos meses organizaremos diversos actos y daremos a conocer publicaciones para recordar aquella fecha, su significado, el contexto en el que tuvo lugar, los antecedentes, sus consecuencias, el fortalecimiento organizativo que supuso y el valor simbólico que adquirió desde el primer momento como señal inequívoca del creciente protagonismo de los trabajadores en el seno de una sociedad de cuyas profundas transformaciones sociales, y también políticas, iban a ser eficaz vanguardia en los años inmediatamente siguientes.

Culminará todo ello a finales del mes de noviembre cuando se cumpla con exactitud el centenario de la apertura de los locales de la calle Piamonte. Porque, en efecto, fue el 28 de noviembre de 1908 cuando se abrieron por primera vez las puertas de la Casa del Pueblo, un día antes de que “el domingo 29 una gran muchedumbre encabezada por Pablo Iglesias trasladase medio centenar de banderas de las Sociedades Obreras desde el Centro de la calle Relatores (donde se reunían hasta entonces los trabajadores) a la magnífica Casa del Pueblo”, tal y como lo cuenta Juan José Morato, primer biógrafo del fundador de la UGT y del PSOE. Las instalaciones de Piamonte acogieron, entonces, a 102 Sociedades que agrupaban a 35.000 trabajadores.

La importancia que tuvieron las Casas del Pueblo para la clase obrera fue determinante en sus luchas y conquistas sociales, pero no menor relevancia adquirieron como centros de educación y cultura y como lugar de encuentro de escritores e intelectuales con unos trabajadores que querían ampliar sus conocimientos y que sabían que esto era un derecho, pero también un deber que formaba parte de sus obligaciones como trabajadores responsabilizados del papel que tenían que asumir en el avance y en el progreso de la sociedad.
 
Ahora, recordando aquella época, desde UGT-Madrid queremos hacer valer nuestro compromiso de hoy frente a los problemas de nuestro tiempo y los de la sociedad en su conjunto. La mejor celebración del centenario y el mejor homenaje a los ugetistas y compañeros de aquellos años no puede ser otro que la continuidad en el trabajo y en esa tarea reivindicativa que no es otra que la de la defensa de los intereses de los trabajadores.

Ese es el legado de las Casas del Pueblo. Y desde aquélla de Piamonte a la actual Casa del Pueblo, en la avenida de América, 25, nuestra sede actual, seguimos luchando por las mismas causas. Por un trabajo digno, estable y seguro para todos; contra la precariedad y la siniestralidad laborales; por el pleno empleo; a favor de una igualdad real y efectiva entre las mujeres y los hombres; por la integración plena de los trabajadores inmigrantes; a favor de un desarrollo sostenible o contra la amenaza del cambio climático.

Cien años de la Casa del Pueblo de Madrid para, a partir de aquella experiencia, afrontar ya los retos y desafíos del  siglo XXI con los mismos ideales de siempre  e igual decisión, determinación y convicciones.

José Ricardo Martínez Castro
Secretario general de UGT-Madrid.-