La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lleva siendo noticia desde ayer tras comentar en una entrevista en 'Radio Cable' que, ya el 15 de febrero de 2020, convocó a su equipo del ministerio para gestionar la crisis que prevía con la pandemia de coronavirus.
La polémica radica en que por entonces el Gobierno aún rebajaba las alarmas e incluso permitió las famosas y controvertidas manifestaciones feministas del 8 de marzo en las calles de todo el país, por lo que estuvo en los tribunales.
Díaz lo quiso poner como ejemplo de buena gestión y anticipación, pero el tiro le salió por la culata y la oposición en pleno se le echó encima, exigiendo más explicaciones y acusando al Ejecutivo de haber ocultado la emergencia a los ciudadanos, poniendo en peligro sus vidas.
De hecho, Díaz reveló que el 4 de marzo, más de una semana antes de declararse el estado de alarma, su Ministerio presentó una guía de prevención ante la covid-19 y que el hecho de plantearla generó críticas en el seno del Ejecuitivo y sobre todo en la patronal de empresarios, que la tildaron de "alarmista".
Explicaciones públicas
La vicepresidenta ha tenido que dar la cara un día después y, aprovechando su presencia en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha hablado del tema pero evadiendo la polémica: "Creo que hemos sido ejemplares en la gestión de la pandemia", zanjó, esquivando las preguntas más incisivas.
Son declaraciones esquivas como lo fue su mensaje de ayer en redes sociales tras estallar la polémica: "El Gobierno ha sido ejemplar y responsable en la gestión de la pandemia, siempre de la mano de la ciencia. El PP es irresponsable ahora y lo fue entonces. No acompañó al país ni las medidas que salvaron vidas, empresas y puestos de trabajo. España no se merece esta oposición".
El presidente del PP, Pablo Casado, ya ha anunciado que pedirá a la Fiscalía que investigue la gestión del Gobierno durante el comienzo de la pandemia y no descarta una comisión de investigación parlamentaria. Díaz es la posible candidata de un frente amplio de partidos de izquierdas en las próximas elecciones y todos se han puesto ya en guardia contra ella. La ministra de Trabajo se lo ha dejado fácil esta vez.
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