www.diariocritico.com
Operación Emmanuel II

Operación Emmanuel II

domingo 20 de enero de 2008, 00:37h
Bienaventurado el primero que rescate un pote de leche, un kilo de caraotas o un litro de aceite

 

Debido al arrollador éxito de tan intrépida incursión al corazón mismo de la selva intrincada; éxito encomiado nacional e internacionalmente; considerado sin precedentes; aplaudido por propios y extraños; éxito político, militar, personal y revolucionario; inconmensurable e indeleble; tan singular que cautivó a un país que continúa pasmado, logró que las masas, aún anonadadas ante la destreza y valentía de aquellos héroes "rambo-lescos", le propongan repetir la épica incursión para rescatar más desaparecidos y secuestrados.

 

Es el clamor de una sociedad esperanzada. Es la súplica del soberano cautivado por sus adalides. Es el anhelo de todas las familias de la Patria Grande. De los niños de su casa y de la calle. De los jóvenes estudiantes y los malabaristas. De los enfermos y los desamparados. De los pobres y la clase media que igual pena por las mismas ausencias. De los creyentes. De los renegados. Todos, sin distingo de credo o raza, aspiran que aparezcan, y pronto, los rehenes en cuestión.

 

Que se designe ya la misión de garantes. Que concurran los convidados de cotilla portando sus cámaras y grabadores y acompañados de guionistas, productores, histriones y del infaltable director de la meca del celuloide. Que se apersonen prefectos, alguaciles, notarios y registradores para que constaten y documenten la segunda más grande epopeya rescatista humanitaria. Que se presenten sin demora los ex presidentes. Los dignatarios de cofradías, hermandades y entelequias globales. Que acudan raudos los jerarcas del más alto rango de gobiernos gorrones, de gobiernos vasallos y de gobiernos secuaces que se prestan para todo a cambio de maletinazos. Que suban a bordo eruditos, comediantes y agentes de telarañosos movimientos sociales. También patriarcas de cualquier sobreviviente corriente ideológica anacrónica. En fin, pasen que caben 100.

 

Presentes los convidados de ocasión, que salgan disparados los aviones, helicópteros, barcos, submarinos y las naves espaciales al encuentro de los desaparecidos. Ah¿ no olvidar pegarles los rótulos de esvásticas, hoces y martillos. Alerta, que no falten en la multinacional flota de rescate los vehículos espaciales porque, posiblemente, las presas a recuperar superaron ya las nubes y con seguridad se encuentren flotando en el espacio sideral.

 

¿Las coordenadas ya están? ¿Las tienen? Si es así, partida en pos del alijo. Bienaventurado el primero que rescate un pote de leche. Bendito sea el que halle una ñema. Un amapuche para quien recobre las medicinas. Tres hurras para quien devuelva un kilo de azúcar, de caraotas o un litro de aceite de maíz. Busquen entre la maleza el arroz, quesos blancos y las carnes de res, pollo y cochino. Ah, que la misión no regrese, por favor, sin un rollo de papel sanitario. Este sí sería un rescate, verdad, Emmanuel.

 

Miguel Sanmartín
[email protected]

Es Director de Información del Diario venezolano El Universal

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios