Secretario de Estado del vaticano preside misa en Cuba

Justo el mismo día que Raúl Castro fue nombrado nuevo presidente y sucesor de su hermano Fidel Castro, el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, presidió misas y actos públicos en el oriente de la isla.

En una mañana de domingo despejada y con elevadas temperaturas, se congregaron unas 6.000 personas en la plaza "Pedro Agustín Pérez", de Guantánamo, a unos 1.050 kilómetros al este de La Habana, para presenciar la tercera misa oficiada por Bertone en su visita oficial.

Muchos de los asistentes llegaron desde alejados pueblos de la diócesis de Guantánamo-Baracoa, creada hace diez años durante la visita del papa Juan Pablo II, como recordó el cardenal en una homilía.

El prelado, que posiblemente se entreviste con el nuevo presidente cubano en los próximos días, aunque no está confirmado, dijo que poco antes de viajar a este país había visitado la tumba del papa polaco.

Celebró, por otra parte, el "clima de fiesta y alegría espiritual", así como "la vitalidad y pujanza" de la Iglesia católica y los fieles cubanos.

Destacó el crecimiento de una comunidad religiosa "firme y solícita en la fe", en esta diócesis que hace diez años estaba integrada por solo 19 agrupaciones y ahora ya tiene 203, hecho que valoró como "gran signo de esperanza no solo para ustedes sino para la Iglesia universal".

Bertone exhortó a cuidar la preparación de los jóvenes para el matrimonio e invitó a los padres a no escatimar sacrificios para mantener unida la familia con el "respeto mutuo, el diálogo franco y un amor sincero y profundo".

Recordó especialmente el desafío que lanzó Juan Pablo II a los jóvenes cubanos hace diez años, cuando los invitó a "abrir el corazón a Cristo".

"Ese reto sigue vigente", agregó.

El cardenal insistió que "hoy la Iglesia los necesita todavía más", y llamó a los jóvenes "a seguir más de cerca el ministerio sacerdotal".

Recordó frases de Juan Pablo II y del actual papa, Benedicto XVI, en las que exhortaron a los fieles cubanos a ser "constructores de una sociedad cada vez más solidaria, donde medie un sincero espíritu de hermandad".

"Solo por el camino de la concordia y la comprensión se curan los corazones y se salvan definitivamente las heridas provocadas por las tensiones del pasado", agregó.

El cardenal subrayó que la Iglesia Católica "no dejará de ofrecer su propia ayuda para esta acción pacificadora", especialmente en favor de los pobres, los enfermos y los necesitados.

Un coro de las parroquias de Guantánamo y Baracoa amenizó la ceremonia religiosa, que concluyó con la conocida "Guajira Guantanamera", que canta versos del prócer independentista cubano José Martí.

Bertone inauguró el nuevo obispado de la diócesis, en presencia de autoridades del gobierno y del Partido Comunista.

El secretario de Estado del Vaticano, que llegó el miércoles pasado, continuará mañana su visita en la Habana.