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Condena al SERMAS tras la muerte de una mujer por mala praxis

martes 08 de abril de 2008, 12:06h
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha condenado al Servicio de Salud Madrileño, SERMAS, al pago de una indemnización de 160.000 euros por mala praxis con resultado de muerte en la asistencia recibida por una vecina de Coslada que sufrió un derrame pleural.
La asociación Defensor del Paciente ha informado este martes de que Isabel L. falleció el 10 de diciembre de 2003 por un derrame pleural del que no fue tratada adecuadamente en el centro de salud Jaime Vera de Coslada, en el hospital Santa Cristina y en el hospital de la Princesa, según se recoge en la sentencia del TSJM.

La asociación ha explicado que el 3 de diciembre, Isabel L. acudió a la consulta de su médico de cabecera del centro de salud Jaime Vera de Coslada con dificultades respiratorias, inflamación de extremidades inferiores y pecho derecho hinchado. El facultativo ordenó la realización de una radiografía de tórax, un electrocardiograma y una analítica y recetó a la paciente Seguril, que es un diurético.

La radiografía reveló un "marcado derrame pleural bilateral" y el electrocardiograma mostró la existencia de alteraciones eléctricas que pasaron desapercibidas para el médico de cabecera y que éste no quiso comentar con un especialista, según ha detallado el Defensor del Paciente.

Parada cardiorrespiratoria
El 5 de diciembre la mujer acudió al servicio de Radiodiagnóstico del hospital Santa Cristina con la placa de tórax y el electrocardiograma, y fue dada de alta con la recomendación de volver en una o dos semanas para volver a realizar el estudio y tener un diagnóstico definitivo. La paciente, preocupada por su estado, fue el 8 de diciembre al hospital de la Princesa con todos las pruebas, y tras atenderla se le diagnosticó una hipoglucemia y se le dio el alta.

El día siguiente la mujer acudió de nuevo a su médico de cabecera, quien diagnosticó una insuficiencia cardíaca de reciente aparición y le dio cita con el cardiólogo para el día 12 de enero de 2004. La mujer falleció en su domicilio al día siguiente, 10 de diciembre, tras sufrir una parada cardiorrespiratoria debido a un derrame pleural, según reveló el informe de autopsia.

La sentencia basa el fallo en el hecho de que "la única conducta terapéutica indicada por su médico de Atención Primaria fue Seguril y el seguimiento en consulta de Ginecología del hospital Santa Cristina, en el cual, al igual que en su servicio de Urgencias del hospital La Princesa, no le fue indicada ninguna acción diagnóstica ni terapéutica encaminada a solucionar el problema". Destaca que "todos y cada uno de los servicios sanitarios por los que doña I.L. pasó en tan corto periodo de tiempo de cinco días no acertaron en la correcta praxis médica", incumpliendo la ley.
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