Los vecinos de una corrala atemorizados por un posible derrumbe

"Se han caído dos techos, hay un piso que está apuntalado en el que no se puede ni vivir, otro que está medio hundido y la casa, como no tiene cimientos, va cediendo para abajo", explicó una de las vecinas del inmueble.

Hasta que la Junta Municipal no autorice la expropiación del bloque de viviendas y realoje a los familias, los vecinos no están autorizados a realizar obras de importancia en un inmueble que, en estos momentos, legalmente no debería existir. "Esto lleva ya muchísimo tiempo que se va a caer y el Ayuntamiento tampoco da permiso para hacer un buen arreglo, por el hecho de que está fuera de línea", indicó una vecina de esta antigua corrala que se construyó en 1900.

Mientras, las grietas continúan creciendo en las paredes y el suelo de las viviendas se curva, debido a la debilidad estructural de los cimientos, ante la impotencia de las familias, de origen humilde en su mayoría, que sólo pueden hacer frente a la ruina que amenaza al edifico con pequeño arreglos que pagan ellos mismos.

"Esto no se termina de caer porque se va arreglando. Se estropea una cosa, se arregla un poco; se estropea otra cosa, se arregla otro poco, aunque sólo sea para seguir viviendo hasta ver lo que hacen", indicó Ángela, a la que hace unos meses se le derrumbó el suelo del cuarto de baño.

Los vecinos tienen miedo de que cualquier día un techo caiga encima de alguna persona o la mala instalación eléctrica cause una desgracia. "Tenemos miedo de que nos pase algo, porque no estamos libres de ello", aseguró Josefa. "Dicen que van a dar pisos y aquí estamos, esperando, esperando hasta que el Ayuntamiento se decida. Mientras tanto, estamos esperando", se quejó Ángela.