Aires de libertad

El próximo 19 de abril las familias judías del mundo entero se reunirán alrededor de una mesa para conmemorar el día en que, de la mano de Dios, dejaron de ser esclavos en Egipto en lo que fue el primer movimiento de liberación conocido en la historia de la humanidad. Se trata de "Pesaj", la misma festividad que celebraban Jesús de Nazareth y los doce apóstoles durante la Última Cena.

En esta ocasión, al igual que todos los años, los niños preguntarán ¿por qué esta noche es diferente a todas las otras noches? Y se les explicará que lo es porque se recuerda la necesidad que tuvo todo un pueblo de librarse del yugo al que estaba sometido.

Seguidamente preguntarán: ¿por qué esta noche sólo se come pan sin levadura? Y se les explicará que, quienes habían vivido en carne propia la amargura de la esclavitud, sabían que la necesidad de ser libres era más urgente que la de comer pan debidamente cocido; que la libertad es más importante que el alimento y que el tiempo invertido en su obtención vale más que el dedicado a cualquier otra actividad.

Todos los años se renueva este ritual de preguntas con las que se inculca en los niños, desde temprana edad, la importancia de ser libres, en un proceso que, además de recordar la salida de Egipto, reafirma la certeza de que la libertad no sólo hay que obtenerla sino también practicarla: ejercer la libertad de pensamiento, de acción, de conciencia, de expresión y hasta la libertad de cambiar de opinión siempre y cuando sea por convencimiento propio y no por imposición.

Este año, la festividad de Pesaj, la cual se rige por el calendario judío que es lunar, coincide con el 19 de abril, el día del primer grito de independencia de nuestro país, cuando el pueblo de Caracas le dijo "No" a Vicente Emparan.

Rebeca Perli
[email protected]