Precisamente, la empresa responsable en la que trabajan los vigilantes, Prosegur, presentó una denuncia contra ellos después de que se hiciesen públicos los
vídeos en los que agredían a varios usuarios. Para que estos hechos se llegasen a la Justicia ha habido que esperar a que los medios de comunicación difundiesen el vídeo del que Metro tuvo conocimiento en agosto.
Aguirre explicó que la compañía confiaba en que sería la empresa de seguridad la que presentaría la denuncia, y reconocío que esta espera fue un error. "Humildemente tenemos que reconocer que fue un error que Metro no denunciara directamente lo hechos", dijo la presidenta, quien los calificó como "intorelables". Además, anunció que de ahora en adelante, Metro actuará inmediatamente ante actos similares.
El vicepresidente primero, Ignacio González, apoyó las palabras de Aguirre explicó que, cuando Metro tuvo conocimiento de los hechos, "exigió a la empresa que actuase en consecuencia y tomase medidas". A pesar de ello, opinó que los hechos "deberían haberse puesto de forma inmediata en conocimiento de la Justicia".
Gallardón califica los hechos de "intolerables"
Por su parte, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, consideró "intolerables" las actuaciones de los guardias de seguridad de Metro despedidos por agredir a varios viajeros. Celebró el proceder de la Delegación del Gobierno en Madrid y agregó que "si esas agresiones han vulnerado la ley, además de la sanción en su medio laboral, deben ser penadas por el juzgado competente".
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