Ni hablar de las ‘conversaciones de Loyola’. Lo que allí dijeran los representantes socialistas que negociaron con ETA y Batasuna no tiene ya ninguna validez. Si el lehendakari vasco,
Juan José Ibarretxe, va a Madrid con una vuelta de tuerca más sobre el ‘soberanismo’ de Euskadi, “
el presidente le volverá a decir lo que le dijo con rotundidad: no”. Así de tajante ha sido la vicepresidenta primera del Gobierno,
María Teresa Fernández de la Vega, respondiendo al nuevo órdago lanzado este viernes por la Lehendakaritza.
Lo que propone Ibarretxe “no está en el marco de los límites constitucionales”. Así de clara es la situación, según de la Vega, aunque
“hay que esperar a que se produzca esa reunión” y ver cuál es el planteamiento real del lehendakari vasco. Pero el mensaje ha sido lanzado: si lo que pretende es
“sacar de nuevo del cajón su plan” la respuesta es rotunda: la misma que recibió en febrero de 2005, cuando el Congreso de los Diputados le devolvió su plan con un rechazo absoluto:
“La posición del Gobierno sobre el plan Ibarretxe es y será siempre la que ya conocen”.
Para el Gobierno
“es posible reformar los estatutos de autonomía”, pero
“dentro del más escrupuloso respeto a la Constitución”. Vaya por delante ese aviso. Ahora bien, De la Vega no acepta ni siquiera oír nombrar las
“conversaciones de Loyola”. Es como si nunca hubieran existido. En cualquier caso, rotundidad gubernamental frente a pasiones independentistas de iluminados:
“El lehendakari sabe muy bien cuál es el camino”.
‘Celos’ políticos
Lo que aún no se conoce es la fecha en la que Rodríguez Zapatero tiene pensado entrevistarse con el líder de la oposición,
Mariano Rajoy. Pero no parece preocupar mucho al Ejecutivo la posibilidad de que en el PP haya ‘celos políticos’ porque Rajoy no sea el primero en ser llamado a la Moncloa, sino el segundo, después de Ibarretxe.
De la Vega ha quitado también hierro a este asunto, señalando, primero, que
“no hay fecha cerrada todavía” para el encuentro Zapatero-Rajoy y afirmando, después, que
“es una cuestión formal, no de fondo”. Es decir, que
“no hay ninguna intencionalidad política en el orden de las entrevistas”.
Libertad religiosa
Otro asunto candente es la anunciada reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa. El Gobierno va a seguir adelante con el plan que ya esbozó la propia vicepresidenta en su comparecencia en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados.
La primera justificación para esta reforma, a juicio del Gobierno, es que
“la España de hoy es más diversa y plural que la de hace una década” y que
“hay que proteger todas las creencias: las de los católicos, por supuesto, pero también la de los musulmanes, protestantes, agnósticos”.
Según De la Vega,
“es una reforma para proteger y amparar a todos”, para
“garantizar la libertad de todos: de quienes creen y de quienes no creen. Sin imposiciones de nadie, sin dogmas”.