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Los 'enemigos' que dudaban de su constitucionalidad, a punto de perder la batalla

La muerte de García-Calvo despeja la incógnita y el negro futuro del Estatut catalán

La muerte de García-Calvo despeja la incógnita y el negro futuro del Estatut catalán

lunes 19 de mayo de 2008, 07:59h
El magistrado del Tribunal Constitucional Roberto García-Calvo, que falleció el domingo a los 65 años de edad en su domicilio de Villaviciosa de Odón (Madrid), por causas naturales, es el triste protagonista de este lunes.
La muerte, que le sobrevino tras regresar anticipadamente de una jornada de caza, durante la cual se sintió mal de forma repentina, ha conmocionado a sus compañeros del Constitucional, quienes han asegurado que en las últimas semanas les había dicho que no se encontraba bien, por lo que se ausentó en alguno de los últimos plenos para hacerse un chequeo médico.

García-Calvo era miembro del Tribunal Constitucional desde 2001, cuando fue nombrado a propuesta del PP, y debería haber permanecido en el cargo hasta 2010. Su desaparición implica una alteración en el equilibrio de fuerzas entre conservadores y progresistas en el seno del alto tribunal y también en la estrategia para su renovación.

Formaba parte del ala más dura del sector conservador y fue uno de los magistrados recusados por el Gobierno y apartado de la discusión sobre la ley que prorrogaba automáticamente el cargo a la presidenta del Constitucional, María Emilia Casas. Había sido objeto de ataques mediáticos por su férrea postura conservadora.

Y ahroa, tras su fallecimiento, deberá ser designado un magistrado que le sustituya hasta 2010, además de los cuatro nombrados por el Senado que debieron ser renovados en diciembre pasado. Hasta entonces, el Tribunal Constitucional estará formado por seis magistrados progresistas y cinco conservadores. En consecuencia, el recurso del PP contra el Estatuto de Cataluña será deliberado por 10 magistrados, ya que el juez progresista Pablo Pérez Tremps fue recusado por los 'populares'.

Tras la muerte de García-Calvo, se reequilibra el pleno del Estatut en dos bloques de cinco magistrados, aunque la presidenta María Emilia Casas, progresista, tiene voto de calidad en caso de empate.
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