Los industriales de Pichincha han expresado su preocupación por el alza progresiva de los salarios tras la aprobación por parte de la Asamblea Constituyente de la disposición de revisarlos cada año, sin que medien consideraciones técnicas para establecer la brecha real entre la canasta básica y el salario básico unificado.
Entre esos aspectos no considerados, según los industriales, se hallan el ingreso familiar, la inclusión del total de las bonificaciones que recibe el trabajador y también la revisión de la misma canasta básica familiar en la cual se incluyen rubros no esenciales para la subsistencia como el licor o los cigarrillos.
El país vive una imparable alza de precios. Al parecer ha llegado a su fin la baja inflación que experimentó el Ecuador con la dolarización. En los últimos meses se aceleró la inflación mensual y, a fines de abril, la inflación sobrepasó el 8%.
El alza salarial sin considerar la productividad, el bajo crecimiento de la economía del país y las condiciones del sector productivo no contrarresta el incremento de los precios; por el contario es un factor inflacionario. Los mayores costos de producción se trasladan a la postre al consumidor.
En realidad, no se conoce aún una propuesta del Gobierno para afrontar el acelerado incremento de los precios.
Solo se echan de menos la estabilidad, los incentivos a la inversión, el estímulo a la producción, sobre todo al sector agropecuario, y el crédito, que son los puntales para contrarrestar el rebrote inflacionario.
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