Panamá sería modelo mundial

Panamá podría ser modelo mundial y obtener significantes reconocimientos de grupos y organizaciones ecológicas, si dos proyectos potencialmente emblemáticos –que prefieren el anonimato por ahora- completan sus fases de desarrollo en el complejo mundo de la inversión inmobiliaria.  

La Tierra sufre “in crescendo” los embates indolentes del crecimiento demográfico de la especie humana. Para 2010 la población mundial alcanzará los 8 mil millones, y si no se atienden los problemas que el desarrollo industrial y la propia presencia humana crean al actuar sobre el medio ambiente, la vida sobre la Tierra habrá alcanzado su nivel crítico. De hecho, el calentamiento global y la desaparición de cientos de especies ya es una realidad.  

En Panamá -país latinoamericano con las mejores posibilidades de sumarse al primer mundo- existe conciencia ecológica bajo la presión de varios grupos y la presencia de científicos de todo el mundo, que trabajan aquí por las oportunidades que ofrece su biodiversidad, en opinión de muchos de ellos, sorprendente.  

La presencia de un grupo de inversionistas con conciencia ambiental podría ahora catapultar la ciudad más allá de cualquier modelo, tras el saneamiento de la bahía, la construcción del Museo de la Biodiversidad, la hidroelectrificación y esta propuesta de ciudades ecológicas, que en corto tiempo podría ser una hermosa realidad.  

Sus gestores, humanistas y filósofos que además suman capacidad financiera, recuerdan en sus despachos la expresión de Charles Darwin, cuando se refirió a la explosión biológica de especies que encontró a su paso por Panamá:“Why this riot? (¿por qué este bullicio?)