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Canapés en el césped del Bernabéu a pesar de la lluvia

martes 03 de junio de 2008, 12:04h
A mí, como a casi todas las mujeres, no me gusta el fútbol. Y cuando una cosa no te gusta (salvo que sea trabajo) le prestas poca atención. Mis conocimientos sobre ese deporte no alcanzan para más que para saber que el Real Madrid ganó este año la liga. Y que conste que me enteré al día siguiente por la mañana mientras desayunaba escuchando la radio. Tampoco es que estuviera yo muy pendiente del tema.
Esto lo digo porque ayer estuve cenando en el Bernabéu (en el mismo sitio que se habilita después de los partidos para los que han estado en el palco) porque se entregaban unos premios que, hasta que no me senté a ver su entrega no me enteré del todo bien. Se premiaba a los mejores futbolistas de la cantera de todos los equipos que hay en España.  A mí si me preguntan el nombre de un futbolista digo Maradona, Pelé o Beckham. Vamos que no conozco a los futbolistas de primera división, como para conocer a los de la cantera. Ya, lo que me faltaba.

Pero como tampoco trabajo para el Marca, pues tampoco me voy a estresar. Al fin y al cabo dónde hay vinos y canapés, reuniones sociales y demás, ahí es dónde yo tengo que hacer mi trabajo. Y las reuniones sociales en torno a unas copas son iguales en todas partes. Da igual que se reúnan los directivos del Santander, BBVA y Caja Madrid, que unas amigas que se han comprado el Slender Shaper (ese aparato que te deja cintura de avispa)
La cena iba a ser en el césped del campo pero tal y como estaba ayer el cielo de Madrid no era plan correr semejante riesgo. El cóctel previo sí se pudo hacer en el césped sin problemas. Y poca broma hacerlo en el campo que lo cuidan como si fuera de oro. Todo eran hombres, y todos desconocidos para mí. De las cien personas que habría, sólo pude distinguir a Augusto César Lendoiro. Yo, con este apellido que tengo (del que estoy muy orgullosa por otra parte) no puedo decir que soy de Utrera. Así que desde hace años siempre me encuentro con la inevitable pregunta de si soy la hija del presidente del Deportivo. Y no, no lo soy. Mi padre, además, es más guapo que Augusto César. Pero ayer, me acerqué al presi y le dije: “papá”. Él, que entre otras virtudes tiene la del sentido del humor, me acogió con risas.

Otro presidente que estaba, como no podía ser de otra forma, es Ramón Calderón. El presi del Madrid maneja el micrófono con el mismo desparpajo que Jesús Vázquez. No sé como gestiona la casa blanca pero se coloca en el atril y el micro para hablar con una seguridad pasmosa. Se refirió a sí mismo como un rebelde (no sé, me cuesta trabajo imaginármelo con coleta, guitarra al hombro y fumándose unos petas con veinte años). Se refirió a los premiados (los de la cantera) como unos rebeldes que pasan de los vicios de la noche y se centran en el deporte. Pues será (digo yo) mientras son cantera, porque cuando llegan a primera división la cosa cambia.

El estilo de los futbolistas es muy similar. Y aunque estos son unos babys, (hace cuatro años hicieron la primera comunión) ya van apuntando maneras. Pelo pincho, traje brillante y zapatos estilo italiano. O sea, un primor. Algún despistado acudió de blanco y con cinturón bien grande con las siglas de dos diseñadores italianos que tienen una casa en Panarea (la Sicilia). Eso si, en cuantito se pasaron al comedor para la cena, y antes de que pudieran sentarse, la mayoría ya se había quitado la chaqueta. Vamos a pensar que es porque son jóvenes y no porque sean futbolistas.

La frase de “el mundo del fútbol es así” es tal cual. El mundo del toro y del fútbol se parecen un poco. El torero, cuando gana dinero, se compra una finca y un mercedes. El futbolista cuando asciende a primera (y gana pasta gansa también) se compra un coche muy rápido, se engomina más el pelo y se encasqueta del brazo una modelo. Mejor si es rubia y con una delantera tipo balón reglamentario para poder seguir entrenando fuera del campo. El torero, sin embargo busca una chica más modosita que le cuide los niños en el campo mientras él torea. ¿No es ideal?

Andaba por allí también gente de la política. El diputado más broncas (y simpático) del congreso, Martín Pujalte (PP), al que me costó trabajo reconocer porque se ha afeitado el bigote. Por cierto que le favorece. Se ha quitado ese tufillo a hombre del régimen a los que me recuerdan los que llevan el bigotillo.

Por cierto, la cena, pues vaya. No era Zalacaín la verdad, pero tampoco vamos a ser crueles. Lo importante era el ambiente. Como dicen mis colegas, los que hacen deportes, reinó la deportividad (vaya chorrada).
Y para los que están muy interesados, les pongo a continuación los nombres de los premiados. Por cierto, enhorabuena a todos ellos.

ONCE DE ORO: Sergio Asenjo; Azpilicueta, Piqué, Piscu, Crespo; Cesc, Granero; Susaeta, Mata, Capel; Bojan.

ONCE DE PLATA: De Gea; Montoya, Crespí, San José, Canella; Javi Martínez, Camacho; Jonathan Pereira, Fran Mérida, Aquino; Callejón.

ONCE DE BRONCE: Fabricio; Dalmau, César Ortiz, Muniesa, Cantero; Parejo, Javi García; Keko, Thiago, Isma López; Adrián López.

ONCE ELEGIDO POR LOS INTERNAUTAS EN MARCA.COM: Ricardo Alonso; Pablo Gil, Tomás Girón, Piscu, Piqué; Cesc, Granero; Mata, Susaeta, Capel; Bojan.

También se concedieron el Premio 'Renfe, un tren de valores' al azulgrana Marc Muniesa y el premio especial a la Selección sub 17.
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