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Referéndum de Irlanda: consecuencias

martes 10 de junio de 2008, 14:45h
Dr. Fernando De Salas López
Rector de la Sociedad de Estudios Internacionales (SEI)
Académico Correspondiente de la Real Academia de Doctores de España (RADE)
 

El Tratado de Lisboa, fue aprobado por unanimidad el 13 de diciembre de 2007 por los 27 Estados Miembros de la Unión Europea (UE). Es interesante recordar quienes lo aprobaron, en que ideas y valores se basaron y cuales eran los fines que se propone el Tratado de Lisboa.

El Presidente de la República de Irlanda aprobó, junto a los veintiséis Miembros del Consejo Europeo las ideas, valores, deseos y propósitos que están contenidos en el Tratado, con estas palabras:

RESUELTOS a salvar una nueva etapa en el proceso de integración europea emprendido con la constitución de las Comunidades Europeas,

INSPIRÁNDOSE en la herencia cultural, religiosa y humanística de Europa, a partir de las cuales se han desarrollado los valores universales de los derechos inviolables e inalienables de la persona humana, la libertad, la democracia, la igualdad y el estado de Derecho.

RECORDADNDO la importancia histórica de que la división del continente europeo haya tocado a su fin y la necesidad de sentar unas bases firmes para la construcción de la futura Europa,

CONFIRMANDO su adhesión a los principios de libertad, democracia y respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales y del Estado de Derecho,

CONFIRMANDO su adhesión a los derechos sociales fundamentales tal y como se definen en la Carta Social Europea firmada en Turín el 18 de octubre de 1961 y en la Carta comunitaria de los derechos sociales fundamentales de los trabajadores, de 1989,

DESEANDO acrecentar la solidaridad entre sus pueblos, dentro del respeto de su historia, de su cultura y de sus tradiciones.

DESEANDO fortalecer el funcionamiento democrático y eficaz de las instituciones, con el fin de que puedan desempeñar mejor las misiones que les son encomendadas, dentro de un marco institucional único,

RESUELTOS a lograr el esfuerzo y la convergencia de sus economías y a crear una unión económica y monetaria que incluya, de conformidad con lo dispuesto en el presente Tratado y en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, una moneda estable única,

DECIDIDOS a promover el progreso social y económico de sus pueblos, teniendo en cuenta el principio de desarrollo sostenible, dentro de la realización del mercado interior y del fortalecimiento de la cohesión y de protección del medio ambiente, y a desarrollar políticas que garanticen que los avances en la integración económica vayan acompañados de progresos paralelos en otros ámbitos,

RESUELTOS a crear una ciudadanía común a los nacionales de sus países,

RESUELTOS a desarrollar una política exterior y de seguridad común que incluya la definición progresiva de una política de defensa común que podría conducir a una defensa común de acuerdo con las disposiciones del artículo 17, reforzando así la identidad y la independencia europeas con el fin de fomentar la paz, la seguridad y el progreso en Europa y en el mundo,

RESUELTOS a facilitar la libre circulación de personas, garantizando al mismo tiempo la seguridad y la protección de sus pueblos mediante el establecimiento de un espacio de libertad, seguridad, y justicia, de conformidad con las disposiciones del presente Tratado y del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea,

RESUELTOS a continuar el proceso de creación de una Unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa en la que las decisiones se tomen de la forma más próxima posible a los ciudadanos, de acuerdo con el principio de subsidiariedad,

ANTE LA PERSPECTIVA de las ulteriores etapas que habrá que salvar para avanzar en la vía de la integración europea,

HAN DECIDIDO crear una Unión Europea.

            Los fines que se propone lograr la Unión Europea se contienen en el art. 3 del Tratado de Lisboa: La Unión tiene como finalidad promover la paz, sus valores y bienestar de sus pueblos. Que ofrecerá a sus ciudadanos un espacio de libertad, seguridad y justicia sin fronteras interiores en el que está garantizada la libre circulación de persona y capitales. Con medidas sobre asilo, inmigración y prevención y lucha contra la delincuencia. Garantiza la igualdad entre mujeres y hombres, la solidaridad entre generaciones, la protección de los derechos del niño, el euro, etc. En Política Exterior el Tratado considera vitales para la Unión Europea, hacer frente a temas interdependientes, como el Terrorismo, las Estrategia para la región de Oriente Medio y la Política conjunta para Bosnia y Herzegovina, por solo citar un ejemplo. Y estar muy atenta a los futuros movimientos de Rusia y del espacio Asiático. Así como de África e Iberoamérica. Y por supuesto prestar cada vez mayor atención al mundo de la Ciencia de la Ecología.

Periodo de Ratificación del Tratado, El Referéndum

            El desarrollo de los acontecimientos desde el 13 de diciembre que se aprobó el Tratado de Lisboa ha sido: abrir un periodo de ratificación de un año, hasta el 1 de enero de 2009 que entrará en vigor, una vez aprobado por todos. Esto lo consiguió especialmente la Canciller alemana Merkel aunando voluntades con estas palabras: solo unidos podremos preservar en el futuro nuestro ideal europeo de sociedad en beneficio de todos los ciudadanos y los Estados de la Unión Europea. La ratificación  se está realizando en todos los Estados Miembros en sus propios Congresos por vía Parlamentaria. Ya lo han aprobado casi la mitad incluido Francia, que votó NO con Holanda al Tratado de la Constitución Europea en 2003. Se produjo un importante parón político, de  cinco años que pretende superarlo ahora el Tratado de Lisboa.

            Pero existe una excepción IRLANDA, que debe votar en Referéndum por norma constitucional y va a efectuarlo el próximo jueves 12 de junio de 2008. Y esta peculiaridad la han aprovechado los euroescepticos para realizar una intensa campaña a favor del NO, que en seis meses han conseguirlo cambiar la tendencia del voto. En la última encuesta da un 35% al NO, un 30 % al SÍ y 35 % de Indecisos. De ellos depende que el jueves 12 de junio la Unión Europea pueda continuar su marcha política en el mundo, si triunfa el SÍ o se detenga si gana el NO. Una paradoja política de que 4.5 millones de irlandeses detengan a 490 millones de ciudadanos europeos. Además, son los que han recibido mayor ayudas de la UE:

            Los euroescepticos han sido el australiano Rupert Murdock con su prensa eurofóbica y los millones de dólares del canadiense Conrad Blasck. Una campaña más dura y eficaz que la realizada por el Gobierno irlandés apoyado por tres grandes partidos: el Fianza Fáil, gobernante, el Fine Gael y el Partido laborista en la oposición pero partidario de la ratificación del Tratado de Lisboa, que están realizando un gran esfuerzo de convencimiento a los ciudadanos y de disuasión sobre los perjuicios que tendrán tanto el país como las personas  si triunfa el NO.

            El ciudadano europeo que sigue con interés el periodo de ratificación se pregunta, a dos días vista, del Referéndum (mañana miércoles 11 es el día de reflexión) ¿Demasiado tarde?  ¿Ha sido el apoyo de las Instituciones europeas, lo suficientemente eficaz? La respuesta el jueves.

            Por si no hubiera sido suficiente el Suspense de la ratificación del Referéndum de Irlanda, se anuncia ahora que dos jueces  británicos quieren obligar al Presidente del Gobierno británico Gordon Brown a someter también a Referéndum la ratificación del Tratado de Lisboa en Gran Bretaña.

            Menos mal que los acuerdos franco-alemanes para consolidar Europa van en aumento. En junio de 2006 Francia y Alemania decidieron publicar un libro de Historia en forma de manual Franco-Alemán, de los tres últimos Cursos del Lyceo, para ofrecer a cada uno la visión del otro sobre los acontecimientos que tuvieron lugar desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, con el fin de que los jóvenes alemanes y franceses tengan la sensación de una misma realidad. No es solo la historia de dos países en sus relaciones mutuas, es también la historia de estos dos países en el conjunto europeo y mundial que les es propio. La trascendencia de este libro será extraordinariamente positiva.

            La noticia de ayer es que como el próximo 1 de julio Francia va a presidir la Unión europea, durante el semestre, han decidido incrementar la acción conjunta. Existen dos lideres europeos Nicolas Sarkozy y Ángela Merkel que impulsan conjuntamente la Unión Europea (UE). Y han celebrado el tradicional Consejo de Ministros Conjunto, reunidos en Stranbingen (Baviera) para tratar de cuestiones climáticas en el seno de la Unión Europea y reducir en las empresas de automóviles de ambos países las emisiones de CO2.   

            Europa demuestra una vez más, su vitalidad.

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