Inusualmente, el Vicepresidente ha comparecido antes de que comenzara el Consejo de Ministros, en el Palacio de la Moncloa. La cita con la prensa era fundamental para saber cómo va a reaccionar el Gobierno ante los datos que confirman el avance del IPC de finales de junio. En ese mes, los precios experimentaron un aumento de seis décimas. Según Solbes, "se debe a dos componentes fundamentales, la subida del petróleo que incide en dos décimas, y los alimentos, una décima, las otras tres décimas entraban en las previsiones de su departamento en un escenario habitual".
Este mal comportamiento de los precios, según Solbes, no sólo se debe a razones internacionales. "En esta ocasión, hay que hablar, también, de la repercusión negativa que ha tenido la huelga del transporte en los precios de los alimentos, y el comportamiento de los precios energéticos que está retrasando la moderación de los precios". Un claro mensaje a las empresas de electricidad gas y derivados en el sentido de que deben moderar sus planteamientos de subidas de tarifas, tal y como están las cosas.
El ministro Solbes sigue pensando que en el segundo semestre se "producirá cierta moderación que será mas acusada en el 2009". No obstante no ha sabido concretar porqué la inflación subyacente, la que mide los componentes mas estructurales a medio plazo, sigue nanteniendose en el 3,3% y no baja cuando debía de hacerlo. "Este factor que mide la competitividad de nuestra economía debe reducirse y esperemos que así lo haga en los próximos meses". La inflación subyacente mide el IPC descontando los precios de los alimentos frescos y el petróleo y derivados. La inflación interanual de los alimentos frescos se mantiene en el 5,1% mientras que la de los elaborados sube dos décimas y se sitúa en el 3,7%
Moderación salarial.
Solbes no ha querido pronunciarse sobre las manifestaciones efectuadas este jueves por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez en el sentido de que no hay que pedir sólo moderación salarial para salvar el rebrote inflacionista. El Ministro, en este sentido, ha recordado que los agentes económicos y sociales tienen suscrito un pacto, un acuerdo en materia salarial que permite clausulas de revisión para no perder poder adquisitivo"siempre que las empresas y el empleo lo permitan". en este sentido, Solbes dice que sería recomendable que la negociación salarial "se llevase a cabo en función de la situación de cada empresa y sector". Dejando claro, éso sí, de que el Gobierno no está autorizado a intervenir en esta materia.
El Índice de Precios de Consumo (IPC) experimentó un aumento de seis décimas en el mes de junio respecto a mayo y la tasa interanual repuntó cuatro décimas, escalando hasta el 5%, el valor más alto que se registra desde junio de 1995, cuando la inflación alcanzó el 5,1%, según los datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De esta forma, tras siete meses consecutivos con una inflación moviéndose entre el 4,1% y el 4,6%, por primera vez en 13 años se llega al umbral del 5%, lejos del objetivo para el conjunto del año (2%), debido, en gran parte, al aumento de los precios de los carburantes y lubricantes, que han tenido especial incidencia en los precios del transporte.
La inflación subyacente (que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados) se mantuvo en el 3,3% en junio, la misma tasa que la registrada en mayo. Por su parte, el Indicador de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) alcanzó en junio el 5,1% interanual, cuatro décimas más que en mayo.
Piden revisión salarial
El aumento del 0,6% del IPC obliga al gobierno a intervenir urgente y decididamente sobre el control de la inflación para que no se le vaya de las manos, centrándose en la evolución de los excedentes empresariales, sobre todo de los sectores menos expuestos a la competencia internacional y aquellos otros que actúan en régimen de cuasi monopolio. “Empresarios y gobierno deben cumplir sus compromisos en materia de control de precios como los trabajadores cumplen con la evolución de los salarios”, afirma CCOO en un comunicado.
Finalmente, CCOO reitera que los acuerdos salariales que se alcancen en el futuro han de partir de considerar la situación de las empresas en los mercados y la de sus trabajadores como personas. Que las necesarias ganancias de productividad no pueden proceder de la contracción de los salarios y que las cláusulas de garantía salarial han de seguir siendo el elemento de referencia central de la política salarial, sin las cuales no es posible un acuerdo en materia de salarios.
Por su parte, UGT expresa su preocupación por la pérdida de poder adquisitivo que pueden sufrir los trabajadores a causa de la escalada de la inflación, por lo que insistió en la necesidad de que todos los convenios colectivos contemplen cláusulas de revisión salarial.
La organización dirigida por Cándido Méndez subrayó que la inflación no tiene su origen en los costes salariales, sino en el choque energético y en los precios de los alimentos y materias primas en los mercados internacionales Así, consideró que las llamadas a la moderación salarial que han realizado el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España "no tienen sentido".
El sindicato también manifestó su desacuerdo con la política monetaria "restrictiva" del BCE, pues, según advirtió, puede agravar los procesos de desaceleración económica, provocando una pérdida de competitividad hacia el exterior e incrementando el endeudamiento de los hogares españoles.
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