¿Un musulmán fundamentalista y una terrorista a la Casa Blanca?

La caricatura de Obama que ha servido para portada de la revista The New Yorker, con toda razón ha levantado roncha. Para muchos, más que una caricatura ha sido un editorial gráfico que pone a la conocida revista norteamericana dentro del grupo de medios y también de adversarios políticos que cuestionan al candidato demócrata por su cercanías con el islamismo aunque éste bien se cuide de aclarar que es cristiano y venderse como tal.

La escandalosa caricatura muestra al matrimonio Obama, trajeados de manera nada conveniente si se está enfrascado en la captación de votantes y en la siembra de confianza, dentro de un país golpeado brutalmente por el terrorismo islámico y en la mira de grupos, regimenes y organizaciones terroristas y comunistas.  The New Yorker desató la tormenta cuando esta semana caricaturizó a los Obama Barack y Michelle su mujer; a él con shilaba y turbante musulmán y a ella con traje de guerrillera y fusil AK-47, por cierto muy parecida a la narcoguerrillera colombiana de nombre Eldaneyis Mosquera, alias Karina, recientemente capturada.

La revista de inmediato dio explicaciones… Ha dicho que el caricaturista Barry Blitt, autor de la cuestionada gráfica, tuvo como intención  "satirizar en la portada el uso de tácticas de miedo y de desinformación utilizadas en la campaña electoral para provocar que descarrile la campaña de Obama", pero realmente si así fue, no lo logró ya que para muchos, esto lo que ha conseguido es activar aún más las alarmas en relación con el controversial candidato, por el que mucha gente en los Estados Unidos siente una gran desconfianza.

De inmediato aparecieron las protestas directamente desde el entorno de Obama, donde sin dudas no se le vio ni gracia ni tampoco sentido positivo a que la revista mostrara a los Obama trajeados de manera tan comprometedora, más cuando están latentes una serie de contradicciones de este carismático y meteórico político que no piensa mucho para contradecirse, para repudiar amigos cercanos y para no darse por aludido cuando se le señalan alianzas y parentescos francamente alarmantes.

 Para nadie es secreto que Barack Hussein Obama es respaldado por los terroristas de Hamas, por la Brigada de Mártires de Al Aqsa, uno de los más sanguinarios y anti occidentales grupos islámicos. Es el candidato de bandoleros empoderados como Daniel Ortega, Raúl Castro, Hugo Chávez. Es la esperanza del Partido Comunista norteamericano y de los renacidos Panteras Negras… De él aseguran varios analistas: "…Todo lo que Obama hace es ambivalente. Es negro y es blanco, es indonesio y es estadounidense, es musulmán y es cristiano. Saca a flote lo que le conviene, cuando le conviene. Por eso será que habla tanto de cambio, él lo hace con la facilidad del camaleón, ajustándose a las circunstancias."

Hasta el comando de campaña del candidato republicano John McCain, salió a rechazar públicamente esta caricatura donde además de los trajes que muestran los Obama, está la recreación de un ambiente hogareño en el cual de una pared cuelga un cuadro de Osama bin Laden, y en la chimenea junto a los leños, arde la bandera estadounidense. Bill Burton, portavoz de McCain, se solidarizó con los que han rechazado la caricatura, y dijo que está de acuerdo con catalogar la portada de The New Yorker como "de mal gusto y ofensiva".

Pero lo que se diga ya no borra el efecto alarma que la caricatura ha causado y los reforzados miedos y aprensiones que este político y su mujer causan a millones de norteamericanos. La caricatura desempolva el nombre de Raila Odinga quien fue hace poco candidato del ala fundamentalista del islamismo en Kenia, y es nada más y nada menos que primo de Barack Obama.

Tanto se despiertan los miedos y se encienden las alarmas que me escribe un amigo lector desde los Estados Unidos y me recuerda que Raila Odinga además de fanático musulmán es comunista y se presentó como candidato a la presidencia de Kenya  con el apoyo de la Hermandad Musulmana, a quienes prometió derogar la constitución republicana del país africano y sustituirla por la Shaaria, la ley musulmana que todos sabemos es aterradora…

Esta "Inocente" caricatura nos devuelve a una incógnita y a muchos miedos… Nos recuerda que Barack Hussein Obama pretende convencer al mundo  de que no es musulmán, que no tiene malas juntas, que es la reserva moral de Occidente. Busca ocultar su controversial pasado y verdadera identidad islámica, y lamentablemente para él, bastantes afirman que para lograrlo tendría que hacer desaparecer a todos sus familiares,  amigos de infancia y hasta a su pastor y a muchos de sus apoyos militantes.

Eleonora Bruzual
Periodista
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