La crisis que vive el Gobierno argentino se atizó el miércoles con la renuncia del jefe de Gabinete, mientras crecen las versiones de más cambios de funcionarios tras una dura derrota sufrida en una larga disputa con el sector agropecuario.
Alberto Fernández presentó el miércoles su dimisión y será reemplazado por Sergio Massa, alcalde del distrito de Tigre -en los suburbios de Buenos Aires- luego de que el ahora ex jefe de gabinete quedara desgastado al ser la cara visible de las infructuosas negociaciones con los productores rurales.
La crisis se desató la semana pasada cuando el Congreso rechazó un polémico royecto oficial que subía impuestos a las exportaciones de granos en el que la presidenta, Cristina Fernández, había apostado todo su capital político.
Massa, ex titular del organismo nacional de seguridad social, es una figura cercana al llamada "matrimonio presidencial" compuesto por Fernández y el ex mandatario Néstor Kirchner, que además es jefe del gobernante partido peronista.
En sus primeras declaraciones, Massa evitó mencionar posibles cambios en el gabinete y aseguró que buscará el diálogo político con los distintos sectores de la sociedad luego de meses de enfrentamientos con el sector agropecuario, la oposición y los referentes del propio partido gobernante.
La presidenta "me pidió que fuera muy abierto al diálogo con los gobernadores, con los intendentes, con los legisladores, que trabajáramos muy fuerte en la consolidación de las instituciones en la Argentina," dijo Massa, de 36 años, a periodistas.
El clima político comenzó a enrarecerse en marzo cuando el sector rural se puso en pie de guerra contra la subida de impuestos a los granos, con huelgas y protestas que afectaron la marcha de la economía local.
La producción industrial argentina sufrió una fuerte desaceleración en junio por una fuerte caída en la molienda de soja, mientras que informes privados advierten de un freno en el consumo privado.
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