Petróleos Mexicanos (Pemex) propuso a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la construcción de una nueva refinería con un costo de hasta 10 mil 800 millones de dólares y una planta laboral de entre mil y cuatro mil elementos.
En el estudio que sobre la viabilidad del proyecto recibió el órgano legislativo, la paraestatal planteó que éste se pondría en marcha en 2010 para concluir en 2015 y su ejecución generaría de 41 mil a 48 mil 300 empleos en todo el proceso.
En la refinería, para la que se tienen nueve posibles sedes, se procesarían diariamente 300 mil barriles de crudo tipo Maya, 142 mil barriles de gasolinas, 82 mil de diesel y 12 mil de turbosina, todo de ultra bajo azufre.
Estimó que de esa manera se impactaría positivamente en la producción de combustibles de alto valor de mercado y se reduciría en seis mil millones de dólares el déficit de la balanza comercial en materia de productos petrolíferos, en 2016.
La construcción de la refinería costaría de mil 400 millones a mil 900 millones de dólares, aunque el proyecto total, que incluye el terreno y su acondicionamiento, tiene un monto de entre nueve mil y 10 mil 800 millones de dólares.
Pemex argumentó que es necesaria su edificación ante la creciente importación de petrolíferos, a los que México destinó casi 12 mil millones de dólares de 2000 a 2007, un crecimiento superior a ocho mil millones de dólares.
"Las importaciones tan cuantiosas afectan la seguridad nacional, colocan al sector a expensas de los vaivenes de los mercados internacionales y se traduce en la exportación de empleos, impuestos y crecimiento económico a otras latitudes", subrayó.
Las sedes potenciales de la refinería son Cadereyta, Nuevo León; Campeche; Dos Bocas, Tabasco; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Manzanillo, Colima; Salina Cruz, Oaxaca; Tula, Hidalgo, y Tuxpan y Minatitlán, Veracruz.
La paraestatal indicó que la construcción de la refinería estaría a cargo de empresas del extranjero debido a que el mercado nacional no tiene la capacidad instalada para ello.
Incluso consideró que para las empresas de ingeniería y construcción mundiales es más riesgoso participar en licitaciones en México ante las implicaciones legales derivadas del marco regulatorio de Pemex.
Además las normas administrativas de organismo "no les brindan las capacidades, recursos y flexibilidad que tienen otras empresas de refinación, estatales o privadas", del extranjero, subrayó.
El pleno de la Comisión Permanente turnó la propuesta de Pemex para su análisis a las Comisiones de Energía del Senado de la República y de la Cámara de Diputados.
Si (
No(
