El panorama recesivo por el que atraviesa la economía de Estados Unidos y la inflación que ha importado el país del sector externo, ha tenido las mayores repercusiones en México durante los últimos meses, así lo demuestra la baja en la actividad del sector industrial y la consecuente pérdida de empleos.
Ante el complicado escenario que muestra la economía nacional, el consumidor mexicano ha reducido las expectativas que tenía en desempeño de la actividad nacional, es así como en el mes de julio se observó la mayor caída en los últimos dos años en la confianza de los consumidores al desplomarse 15.6 por ciento anual.
De esta manera el índice de confianza del consumidor elaborado por el Banco de México y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informatica se ubicó en 88.4 puntos base.
De forma contraria, en julio de 2007 el índice de confianza de los consumidores fue de 104.8 puntos base.
No obstante, a partir de enero de 2007 prevalece la tendencia negativa en la confianza que tienen los mexicanos en la actividad económica nacional, cuando dicho nivel de confianza retrocedió 3.2 por ciento anual.
La confianza de los mexicanos reflejó la mayor disminución en sus expectativas sobre la situación económica de los miembros de la familia para los próximos doce meses, debido a que este subíndice arrojó una disminución de 3.7 puntos base, sin embargo durante julio de 2008 cayeron todos los componentes que integran el índice de confianza.
Los consumidores mexicanos consideraron que las condiciones económicas familiares son peores en la actualidad a lo que fueron en los 12 meses anteriores, lo que se reflejó en un retroceso de 2.3 por ciento anual.
De igual forma, la población mexicana estimó que sus posibilidades en la actualidad para adquirir bienes duraderos se reduciran 1.2 por ciento anual respecto a las que tuvieron en los últimos doce meses.
Mientras que las condiciones económicas actuales del país son 1.6 por ciento inferiores a las que se presentaron en los doce meses anteriores.
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