Diario de Verano - "Mejor en español"
viernes 08 de agosto de 2008, 10:27h
Hoy empiezan los Juegos Olímpicos de Pekín. Nuestros atletas llegaron hace ya dos días y lo primero que hicieron fue una rueda de prensa para contar a los periodistas cómo se encontraban, qué esperaban y todas esas cosas. A mí las olimpiadas me interesan bastante poco, la verdad. No soy muy aficionada a los deportes televisados salvo algún partido de la selección de fútbol. No me imaginaba yo que iba a escribir una columna en la que los Juegos tuvieran más de una línea. Pero la actualidad manda.
El caso es que en mitad de la rueda de prensa un periodista catalán se dirigió a su paisano Tommy Robredo en lengua catalana y Rafa Nadal, que estaba a su lado, tras unos segundos de silencio le contestó: “Mejor en español”. Bien por ti, Rafa. Ya está bien de tanta gilipollez.
En primer lugar a las Olimpiadas van los atletas que representan a España, que van con la bandera española, no la catalana, ni la vasca ni la murciana. Los catalanes siempre dando la nota. ¿A cuento de qué hacer una pregunta en catalán delante de todos los demás? ¿Para que no se enteren los demás? Pero si el catalán lo entiende to quiski. ¿Para que sepamos de nuevo que ellos son diferentes? Es absurdo. Los catalanes (los que imponen su lengua) son como los ingleses. Así estés en el Albaicín, ellos te hablan en inglés. Es que ni se molestan en aprender una puñetera palabra en castellano. Tropiezas con ellos y te dicen Sorry. Pues con los catalanes pasa igual. En la cafetería el puente aéreo si te tienen que hacer una pregunta, por supuesto te la endiñan en catalán.
Yo soy gallega y a mí me pilló la nueva ley de educación que me obligó a estudiar gallego desde mi más tierna infancia. Nada que objetar, al fin y al cabo ahora sé hablar otra lengua. Pero claro, esa otra lengua, ¿para qué me sirve? Siento ser tan utilitarista pero es que no encuentro la respuesta. Nunca he conseguido un trabajo por saber hablar gallego, nunca me han pagado más por saber hablar gallego y no recuerdo que me haya aportado ninguna ventaja. Hubiera sabido hablarlo igualmente de no haberlo estudiado, simplemente por haberlo escuchado. Lo que sí sé es que gracias al gallego mi nota global de selectividad bajó notablemente porque en el examen de Lengua gallega saqué un 0,5 (creo las décimas me las regalaron por poner el nombre). Y sinceramente, hubiera preferido tres horas de gallego y cuatro de inglés y no al revés. Más que nada porque el inglés si lo he utilizado mucho. En fin.
Lo del periodista catalán en Pekín es una anécdota que no pasa de ser una chorrada. Lo grave es la política lingüística que tenemos en este país y que me indigna y eso que yo no vivo en ninguna de las comunidades históricas y no lo tengo que sufrir. Me parece de coña que se multe a un tendero porque tiene un letrero en castellano (que es la lengua oficial de su país) y que en otros temas más graves como que De Juana salga de prisión porque no se puede modificar el código penal.
No sé quién me contó que un día ESPE comentó en una cena entre amigos que iba a proponer la instauración en España del Liceo Colombiano. Esto supondría que en Cataluña, por ejemplo, los niños cuyos padres se niegan a que sus hijos no estudien en castellano, puedan acudir tranquilamente a un colegio en el que podrán aprender a hablar correctamente el castellano.
Mientras ESPE madura esa idea, me esforzaré y veré algo de las Olimpiadas de Pekín. Igual hasta se me pega algo.