Los Juegos una demostración del actual poderío chino

Cuando la llama olímpica se encendió en el futurista estadio de Pekín, no prendió la mecha del crecimiento económico, sino que hizo algo más: consolidó el sello de China en el mundo, según los analistas.

La organización prácticamente impecable de los Juegos Olímpicos y la profesionalidad y aparente facilidad de llevarlos a buen término han contribuido a un profundo cambio en el significado de China para el resto del mundo, de acuerdo con los expertos.

"El asombroso número de medallas de oro ha reflejado el espectacular crecimiento económico del país y ha querido mostrar al mundo que China lo ha logrado realmente", dijo Steh Grossman, ejecutivo de la agencia de medios de comunicación Carat China en Shanghai.

"Desde la grandiosidad de la ceremonia de inauguración hasta el éxito de los atletas chinos en muchas disciplinas, China ha sobrepasado todas las expectativas", añadió Grossman. Es difícil de comprender la diferencia con la situación de hace sólo un año, cuando China aparecía en los titulares de medio mundo como el mayor exportador de productos no conformes con las normas de seguridad.

"Si se vuelve la mirada a hace 12 meses, China tenía tremendas dificultades con los juguetes tóxicos y otros muchos productos. Se recorrió un largo camino en un año", señaló Greg Paull, responsable de la compañía de estudios de mercado R3 de Pekín.

Esa adaptación fue puesta en práctica rápidamente por la mayoría de las empresas locales y pronto será evidente para el resto del mundo. El principal ejemplo es el del fabricante de ropa deportiva Li Ning, cuyo fundador saltó a la fama cuando encendió la antorcha en la ceremonia de inauguración después de darse un espectacular paseo por el cielo del estadio olímpico.

"Empresas como la de Li Ning que buscan expandirse a nivel internacional han visto en los Juegos Olímpicos un buen trampolín", afirmó Paull. China es la cuarta economía del planeta y los 17 días de manifestaciones olímpicas en un país de 1.300 millones de habitantes no podían dejar de tener impacto económico.

Pekín, la anfitriona de los Juegos, representa sólo un 3,6% de la economía china mientras que su producción industrial representa un pequeño 2% del total de la del gigante asiático. Así, si se toma esta perspectiva, es poco probable que los Juegos representen un gran salto en la economía general china.

"Esto no afectará mucho al crecimiento. La economía de China ya es enorme. Esto la diferencia de otros países que han albergado anteriormente otros JO", explicó Qiu Qingdong, economista de la empresa Guodu Securities. Los hoteles de Pekín se han lamentado por haber tenido menos visitantes de los esperados. En los establecimientos de tres estrella, la ocupación ha sido de un 40%, según la Oficina de Estadística de Pekín.

"Antes de los JO, se esperaba un auge del turismo, que iba a beneficiar a hoteles, líneas aéreas y restaurantes locales", recordó Li Wei, analista del banco Standard Chartered. "Ahora se ve que el impacto no ha sido tan fuerte. Tampoco creo que estas industrias salgan muy beneficiadas de los Juegos Paraolímpicos que se celebran dentro de un mes", añadió.

Pero algunos analistas consideran que la influencia de los Juegos Olímpicos va más allá de un simple aumento de los ingresos turísticos y que más bien se trata de un escaparate para mostrar al resto del mundo los profundos cambios que tienen lugar en China.

"El simple análisis del impacto macroeconómico no tiene realmente tanta importancia", declaró el viernes al Periódico de China, Daniel Chui, jefe de comunicación de JF Asset Management.

Centrarse en las pequeñas cifras puede distraer la atención del hecho que este acontecimiento está definiendo una época tras la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001, comentó el analista. "Los Juegos Olímpicos de Pekín son otra prueba de que China se está transformando en una economía eficaz, orientada hacia el mercado y en una sociedad más abierta", resumió.