La tormenta tropical Julio se fortalecía el domingo a medida que se encaminaba hacia la punta de la península de Baja California, forzando a más de 2.500 familias a evacuar la zona de fuerte presencia turística.
Vientos y lluvias fuertes sacudieron la península, donde la policía y los servicios de emergencia ayudaron a evacuar barrios en Cabo San Lucas y llevaron a sus residentes a refugios.
"Esperamos lo peor de la tormenta esta tarde", dijo Ernesto Ibarra, un delegado municipal.
Se podrían producir inundaciones súbitas en la zona, ya que hay posibilidades de que la tormenta produzca una precipitación pluvial de entre 7,5 y 15 centímetros (de 3 a 6 pulgadas).
Según el Centro Nacional de Huracanes en Miami, no se cree que Julio alcance potencia de huracán, pero sí es probable que se fortalezca.
"Creemos que va a seguir siendo una tormenta tropical. No hay una 'posibilidad cero' de que se convierta en huracán pero es muy baja", afirmó Richard Knabb, especialista del centro en huracanes.
El meteoro presentaba vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros por hora (50 millas por hora) y su vórtice fue ubicado a 55 kilómetros (35 millas) al sur de los complejos turísticos en Cabo San Lucas, informó el Centro Nacional de Huracanes. Julio se desplazaba con rumbo norte-noroeste a 20 kilómetros por hora (13 mph).
Los vientos con fuerza de tormenta tropical llegaban a los 65 kph (85 mph) en algunos puntos.
El gobierno mexicano emitió avisos de alarma por tormenta tropical desde Punta Abreojos, en la costa oeste de la península y a través de la punta en el sur, hasta Mulege, en la costa este, frente al Golfo de California.
Un aviso de alarma significa que se esperan condiciones de tormenta tropical para el área designada en las próximas 24 horas.
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