PSM: los avatares de una jornada aciaga

Realmente hay veces que las cosas se tuercen aunque se haya puesto todo el empeño en que todo salga a pedir de boca. Pero, como dice el refrán, rectificar es de sabios. Y eso es precisamente lo que ocurrió durante la primera jornada del XI Congreso regional del PSM, que una suerte de despropósitos y de fallos en la organización deslució la puesta de largo de Tomás Gómez, el líder de los socialistas madrileños, que este domingo será reelegido en el cargo previsiblemente por abrumadora mayoría.

    Como ya explicó este diario e-Xclusivo, desde el inicio del cónclave hubo de todo, desde dificultades para la prensa para deambular por los pasillos y poder cambiar impresiones con los dirigentes del PSM, hasta un repentino e inexplicable corte de suministro eléctrico que al poco tiempo dejó inhabilitados los ordenadores de muchos informadores que cubrían el Congreso.

    Pero el colofón llegó cuando  la señal del monitor de televisión instalado en la sala de prensa se apagó también repentinamente de manera que los periodistas no pudieron seguir la comparecencia de Gómez que acababa de comenzar la presentación ante el plenario del informe de gestión de la Ejecutiva saliente. Una intervención, por cierto,  anunciada en el Programa oficial tras el discurso de inauguración de Leire Pajin, secretaria de Organización del PSOE.

    Pronto corrió la voz de que la Mesa del Congreso, presidida por Pedro Castro, había decidido que la presentación de dicho informe fuera a puerta cerrada, algo sin precedentes en un Congreso ya sea regional o federal, lo que provocó un evidente malestar entre los informadores a los que se les impidió entrar al plenario. Pero en realidad lo que la Mesa había decidido– según las explicaciones de los organizadores-  era que el debate posterior al informe de Gómez no fuera ‘en abierto’, no su intervención. Un malentendido que le costó caro al líder del PSM ya que a esas alturas los titulares de prensa dejaban patente su falta de ‘transparencia’.

    En vista del revuelo que se organizó, las responsables de prensa – que se desvivieron para subsanar las incidencias, todo hay que decirlo- recomendaron a Tomás Gómez que  saliera al hall del Palacio de Exposiciones y Congresos para dar explicaciones. Y así lo hizo. Con una amplia sonrisa el alcalde parleño hasta pidió disculpas.

    Pero el abatimiento de muchas personas que han estado trabajando duro  a los largo de los últimos días para preparar el Congreso era patente. Gajes del duro oficio.