Algo huele a podrido en la crisis

Los analistas empiezan a pensar seriamente en la posibilidad de que una serie de fondos de inversión, los más agresivos del mercado, sean los que están moviendo los hilos de los mercados financieros hasta el punto de generar fuertes subidas y bajadas a su conveniencia. Serían los mercados más relacionados con el dólar, oro y  petróleo, principalmente,  el objetivo de estos especuladores sin olvidar las materias primas y los alimentos de primera necesidad.

    No es de extrañar que  el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, amplio conocedor de las claves por las que se mueve la economía mundial, haya pedido, este martes, “la identificación y el castigo de los culpables de la crisis”. Hay quien sospecha que unos fondos de inversión de alta liquidez,  están interviniendo en los mercados subiendo y bajando las cotizaciones con el fin de obtener rápidas e importantes ganancias.

   Es la única forma de entender la actual situación porque ni las cosas están para la euforia bursátil de la semana pasada, ni tampoco para el pesimismo actual. A pesar de que la operación para adquirir los activos basura que negocian demócratas y republicanos norteamericanos está muy avanzada, las bolsas siguen castigando las entidades financieras con la creencia de que alguna de ellas todavía acabará en quiebra. De ahí que el vicepresidente económico español, Pedro Solbes haya tenido que salir en defensa del sistema financiero español reiterando su solvencia.

   Nadie se fía de nadie y es porque todos saben que los especuladores siguen ahí, y, en cualquier momento pueden volver a hacer temblar los cimientos del sistema