Decenas de sirios murieron y cientos más resultaron afectados por un ataque en Duma, en las afueras de la capital, Damasco, una localidad controlada por la oposición al régimen de Bashar Al Assad.
El presunto bombardeo con gas tóxico imputado al régimen sirio, que habría dejado decenas de muertos en Duma, provocó una ola de protestas internacionales. El papa Francisco concluyó su tradicional bendición dominical diciendo que "nada puede justificar" el uso de armas químicas contra poblaciones indefensas.
Precisamente estos días se cumplía un año del ataque con gas sarín contra el poblado de Jan Sheijun, que dejó al menos 83 muertos. Estados Unidos y sus aliados europeos prometieron que el presidente sirio será responsabilizado.
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