Espectacular

Hay palabras que los inconscientes, insensatos, narcisos, novatos, o ignorantes de esto y de lo otro, han prostituido, han tergiversado, han vaciado de continente y contenido.

Una de esas palabras malinterpretadas-maltratadas es: “espectacular”.

Y hay personas maniáticas, mediáticas, mediocres, modorras que contribuyen al delito.

Espectacular: que tiene caracteres propios de espectáculo público. Aparatoso. Ostentoso. Claro, podemos añadir que lo “espectacular” es lo que sobresale o lo que más impresiona de los espectáculos.

¿Estamos en una era más especuladora… que espectacular de verdad?

Por ejemplo, la gastronomía, directa-indirectamente está presente a casi todas horas de todos los días en los medios de comunicación, consumo, propaganda, distracción.

En las cajas-pantallas tontas, o casi, salen continuamente más cocineros que posibles clientes. Hay cocineras majas y cocineros majos… pero, en demasiadas ocasiones sus precios-recetas-sugerencias solo están al alcance de las clases medias altas hacia arriba.

El caso y la cosa es que de vez en cuando hacen una tortilla de patatas con-sin cebolla en un plató, la presentan en un plato de “diseño”… y siempre justifican el mismo argumento-imagen: “espectacular”. Ojo, la tortilla de marras, si hay suerte, como mucho iguala la calidad de la tortilla de la abuela o de la tía-abuela que hacen en una cocinita casi oscura. Pasa lo mismo cuando elaboran una sopa castellana, un gazpacho, o elaboran un plato experimental… que ni ellas-ellos saben lo que dará de si o de no… pero, por si cuela, sueltan eso de: “espectacular”.

Hombre parece más saludable sonreír que lloriquear… pero a los cachondos-cachondeos hay que ponerles límites…porque de lo contrario y para el más de lo mismo, lo próximo son-serán chefs-cocineros-platós-platos impresionantes, grandiosos, monumentales, faraónicos, sin igual o únicos.

Es lógico, necesario y útil recordar la humildad-mérito de casi todas las abuelas- cocineras clásicas y la sobre valoración de los modernos y de las modernidades en las cocinas.

Claro, esas falsas licencias para emprender-encarecer-expresar algo cotidiano, vendiéndolo como algo extraordinario… es dura-impura egolatría-hipocresía-osadía.

La tortilla de esta croniquilla sirve como metáfora de lo que ocurre en casi todas las Artes, Ciencias, Oficios, Eventos o Inventos.

Cada tarde-noche de cada día-semana-mes-año hay goles y triunfos “espectaculares” con y sin fronteras. ¿Y qué más da-dan?

Cada tarde-noche, etc., hay películas y series “espectaculares” con y sin fronteras. ¿Y qué más da-dan?

Cada tarde-noche, etc., hay canciones-conciertos “espectaculares” con y sin fronteras. ¿Y qué más da-dan?

Cada tarde-noche, etc., hay conferencias-mítines “espectaculares” con y sin fronteras. ¿Y qué más da-dan?

Cada tarde-noche, etc., hay modas-novedades “espectaculares” con y sin fronteras. ¿Y qué más da-dan?

Cada tarde-noche de cada día-semana-mes-año hay… ¿y qué más da-dan al personal?

Todas y cada una de esas espectacularidades son relativas-volátiles. Primero, porque hay casos-cosas-gentes para todo… aunque haya protagonistas que se creen exclusivos-geniales… ¿hasta? Segundo, porque lo que entendemos por espectacular es lo que rebasa con creces lo inventado o por inventar para el bien común… en ambos casos sin alardes y dando las gracias al azar. Tercero porque poco-nada tiene que ver la publicidad con la realidad.

Lo realmente “espectacular y dramático” de hoy-mañana, sino rectificamos, son los desafíos-destrozos que causa el hombre al equilibrio-armonía de la atmósfera-naturaleza… y a la equidad de sí mismo y de sus semejantes.

Eso no quiere decir que dejemos de crear-intentar condiciones favorables-verdaderas para la especie humana.

Eso quiere decir que sobran personajes-personajillos cursis, exagerados, disfrazados, snobs, o sencillamente petardas-petardos… que confunden lo espectacular-mágico-maravilloso con la especulación, con el mangoneo y con la “maravilla” adulterada.

¡Viva la naturalidad-normalidad justa-pacífica con y sin fronteras!